Con un par, y muy decidido, un vecino del distrito madrileño de Hortaleza, solucionó un problema que a diario le causaba molestias; los vecinos acostumbraban a aparcar sus coches frente a un local de su propiedad.
Así, ni corto ni perezoso, se “agenció” tres bolardos de los que Ayuntamiento de Madrid coloca en las calles, los arrancó de su sitio y los colocó sujetos con hormigón frente a su local.
Una ingeniosa ocurrencia que hubiese solucionado la cuestión que le preocupaba de no ser por la denuncia de los vecinos.
Fue a primeros de agosto cuando la policía municipal recibía quejas sobre unos bolardos que estaban en la acera de un edificio de Hortaleza y que impedían el aparcamiento de vehículos en una zona habilitada para tal fin.
Cuando los agentes se acercaron a corroborar la denuncia, descubrieron que los bolardos eran los mismos que los que el Consistorio instala en distintas partes de la ciudad, pero con el escudo arrancado y pintados de amarillo.
Por lo tanto eran propiedad de la ciudad de Madrid. La policía valoró su precio total en 454,44 euros, aunque estiman que la cuantía de los daños causados al arrancarlos y de las tareas de reinstalación aumentaría la cifra. El hombre no fue finalmente detenido, pero un juzgado investiga los hechos y determinará la pena correspondiente.