Prisión sin fianza para Jordi Sànchez y Jordi Cuixart

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A las 9 de la noche de este lunes tras una larga comparecencia en la que declararon por la mañana el Mayor de los Mossos, Josep Lluis Trapero, y su intendente Teresa Laplana y, tras dictar libertad con medidas cautelares para ambos, la jueza de la Audiencia Nacional, Carmen Lamena, escuchaba durante horas las declaraciones de Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, líderes de ANC y de Òmnium.

Ambos acusados de sedición y de instigar las revueltas populares ocurridas los días 20 y 21 de octubre en Cataluña, han sido enviados a la prisión de Soto del Real, sin posibilidad de fianza.

Esta comparecencia, la segunda que los acusados hacen ante la juez, está marcada por el nuevo informe aportado por la Guardia Civil que sitúa a Sànchez y Cuixart, como esenciales en la celebración del 1-O y en las movilizaciones populares que se vieron en las calles catalanas los días posteriores, principalmente los días 20 y 21 de octubre.

El auto judicial concluye que los dos jefes de las asociaciones independentistas instigaron a las masas en las revueltas sociales ocurridas.

Según la juez, Cuixart y Sànchez se mantuvieron al frente de las protestas durante todo el día, llevaron la iniciativa en la “pretendida negociación” con la Guardia Civil, alentaron y dirigieron a los congregados ante la Consejería de Economía, les incitaron a permanecer en el lugar y les “impartieron órdenes” sobre cómo actuar en cada momento.

La magistrada Lamela sostiene que los hechos del 20 y 21 de septiembre “no constituyeron una protesta ciudadana aislada, casual o convocada pacíficamente en desacuerdo con unas actuaciones policiales” ordenadas por un juez. Al contrario, estas movilizaciones “se enmarcan dentro de una compleja estrategia” con la que Cuixart y Sànchez vienen colaborando hace tiempo “en ejecución de la hoja de ruta diseñada para llegar a obtener la independencia de Cataluña”.

La decisión de la juez de enviar a Sànchez y Cuixart a prisión resultó una sorpresa después del trato comparativamente benévolo que otorgó al comisario Mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero. En principal mando operativo de la policía catalana salvó con medidas cautelares leves una jornada que a mediodía se le había puesto muy complicada. Tras declarar durante dos horas por la supuesta pasividad del cuerpo el 20 y 21 de septiembre, el fiscal de la Audiencia Nacional Miguel Ángel Carballo solicitó para él prisión incondicional.