Ayer domingo, la localidad valenciana de Alzira se veía sacudida por el atroz crimen de una pequeña de tan solo dos años a la que su propio padre cortó el cuello con un cuchillo cuando los dos estaban solos en casa. La madre que esos fatales momentos estaba fuera del domicilio trabajando, había comunicado a su marido que iba a dejar la relación.
El hombre, de 28 años, después de matar a la niña intentó suicidarse arrojándose por una de las ventanas del domicilio, situado en el segundo piso de un edificio de la calle Pare Castell, pero sobrevivió a la caída sin apenas sufrir heridas de consideración. Al parecer, en ese momento anunció que había matado a la pequeña y los clientes de un bar lo retuvieron hasta que llegó la Policía.
A pesar de que según personas cercanas a la pareja, ambos de nacionalidad rumana, el hombre ya había amenazado con matar a la pequeña si su pareja lo dejaba, no constaban denuncias previas al fatal suceso. Según algunos datos aportados por estas personas, la madre tenía intención ese mismo día de interponer una denuncia contra su marido por esas mismas amenazas. Estos datos no han podido confirmarse de forma oficial.
Tras el aviso de los vecinos, alrededor de las 17.00, la Policía llegó al lugar de los hechos y detuvieron al padre. Mientras un grupo de agentes derribaba la puerta de la y hallaban muerta, degollada con un cuchillo que también se encontró en la escena.
La madre de la niña llegó 20 minutos después al trágico escenario y tuvo que ser trasladada a un centro hospitalario, víctima de una crisis nerviosa.