Endesa, la eléctrica presidida por Borja Prado, mantiene, para este cuatrienio, la misma política de dividendos del periodo anterior. De esta manera, se garantiza que el conjunto de los accionistas serán retribuidos con 5.900 millones. El 70%, 4.100 millones, irán a parar a las arcas del holding italiano Enel, la matriz de la eléctrica española. Se mantiene así una de las políticas de retribución más altas de las empresas cotizadas en España.
De esta manera, el próximo 2 de enero de 2018 recibirán 0,7 euros brutos por acción, a cuenta del ejercicio 2017, y en julio del próximo el dividendo complementario correspondiente al año que está a punto de finalizar.
Nuevo plan estratégico
La renovación de esta generosa política de dividendos ha sido comunicada al mercado en el marco del nuevo plan estratégico, presentado este miércoles en Madrid, en el que se reitera la consecución de 1.400 millones de beneficios en 2017. Para los ejercicios 2018 y 2019, Endesa reduce la previsión, a 1.400 y 1.500 millones, respectivamente, y contempla que llegará a los 1.600 millones en 2020.
El ajuste a la baja, debido a las incertidumbres del mercado, quedará compensado con creces cuando entren en funcionamiento numerosos proyectos de renovables, junto con los proyectos de digitalización y el tirón de los vehículos eléctricos y las instalaciones para su recarga.
El nuevo plan pretende llegar a los 5.000 millones de inversiones netas, 300 millones más que en el anterior plan. Así, Endesa se convierte en la única filial de Enel en la que crecen las inversiones previstas.
Una de las grandes novedades de estas inversiones se relaciona con la apuesta de Endesa por las instalaciones verdes, que pasan de captar el 11% de las inversiones al 18%, tras adjudicarse casi 880 megavatios de energía renovable en las últimas subastas celebradas en España. No obstante, el área de Distribución seguirá siendo la que recibe la mayor inyección, pasando del 38% de las inversiones al 40%.