Ya sea en la oficina o en la mesa de estudio, en caso de tener que permanecer sentado durante muchas horas, pueden ser interesantes los beneficios de hacerlo en una pelota grande de entrenamiento, esto es, con una Fitball, y Biolaster explica porqué.
Con el paso de las horas, la posición corporal en la silla tiende a relajarse y a adquirir vicios de mala postura que con el paso del tiempo pueden derivar en dolores de espalda y lumbar. Las sillas normales no facilitan que la pelvis se posicione correctamente, lo cual hace que la espalda pierda su curva fisiológica con lo cual los discos intervertebrales dejan de recibir la fuerza de la gravedad equilibradamente.
Como el Fitball no es un elemento estable, el cuerpo tiene que equilibrarse automáticamente resultando que la posición de equilibrio natural es aquella en que la espina dorsal se encuentra en su correcta alineación.
Otro aspecto en que puede ayudar el sentarse sobre un Fitball es en trabajar la Propiocepción al tener que reaccionar los músculos constantemente para mantener su posición mejorando el equilibrio.
Con el propósito de estabilizar la columna, también se potencia la activación de la musculatura abdominal y lumbar mejorando el tono del Core o núcleo corporal; lo cual, teniendo en cuenta todo el tiempo que se pasa sentado puede fortalecer mucho la estructura.
Sentarse sobre el Fitball obliga a apoyarse con los pies en paralelo para mantener la estabilidad con lo que evita el hábito no muy saludable de cruzar las piernas.
Es importante elegir una apropiada, el tamaño importa; una vez hallada la posición adecuada de la columna, las rodillas han de quedar un poco más bajas que las caderas, un poco más que 90º.