¿En qué momento de la práctica incorporaremos el EMI para obtener los máximos beneficios? ¿Es lo mismo entrenar al inicio que al final del entrenamiento? ¿Cuál es la principal cualidad que conviene entrenar para mejorar el rendimiento?
El orden de factores sí varía el resultado en el caso del entrenamiento de la musculatura respiratoria.
Los máximos beneficios que aporta el EMI en cuanto a potencia de la musculatura inspiratoria y por consiguiente da capacidad ventilación y de resistencia a la fatiga es mediante la realización de entrenamiento de fuerza y potencia. Esto según la literatura científica está objetivado en la realización de 30 respiraciones a 50-60% de la PIM.
Así como no saldríamos a hacer la práctica del entrenamiento general en una situación de fatiga, dado que el EMI es un entrenamiento de fuerza-potencia lo aplicaremos al final del entrenamiento y no antes. Al finalizar el entrenamiento general es el momento más propicio de realizar el EMI ya que si lo realizásemos antes iríamos en situación de fatiga muscular respiratoria a realizar el entrenamiento.
Otra cuestión es el uso que hagamos del POWERbreathe en modo de ayuda al calentamiento o la combinación con trabajo del core o el entrenamiento funcional, lo cual se hace a menores resistencias.
El calentamiento puede ser realizado en el vestuario mientras los deportistas se preparan para la competición, ayudando también al centraje, al evitar las conversaciones histéricas provocadas por los nervios previos.
La fatiga de la musculatura respiratoria siendo un condicionante del rendimiento fisiológico, hasta relativamente poco no considerado, el retrasarla nos asegurará mejoría en nuestra marca deportiva así como aumento en la percepción del disfrute.
Cuestiones avaladas ampliamente por la literatura científica a la cual se refieren en numerosas ocasiones desde Biolaster en los diversos artículos publicados, analizando los efectos del Entrenamiento de la Musculatura Inspiratoria con POWERbreathe en el Rendimiento Deportivo.