Markel Olano pone en valor el camino recorrido por Etorkizuna Eraikiz y apuesta por profundizar en la construcción del futuro del territorio entre todos y todas

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PRUEBA

El diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, ha puesto en valor el camino recorrido hasta la fecha Etorkizuna Eraikiz, la iniciativa foral que busca construir el futuro del territorio entre todos y todas, y ha defendido que “el nuevo modelo de gobernanza que impulsa la Diputación no tiene marcha atrás”. “Estamos recorriendo el camino para construir políticas públicas de hoy y mañana desde la colaboración entre la administración pública y la sociedad. Aunque contamos con un amplio margen de mejora, este nuevo modelo de gobernanza no tiene marcha atrás en Gipuzkoa”, ha aseverado Olano, quien ha apostado por profundizar en este modelo de gobernanza para superar de la desafección ciudadana hacia la política.

El responsable foral intervino ayer ante las cerca de 200 personas reunidas en la apertura del curso de verano de la UPV/EHU Gipuzkoa Experimentación Política: Etorkizuna Eraikiz, junto con la rectora de la universidad, Nekane Balluerka, organizado por la Diputación Foral de Gipuzkoa. En la jornada han participado personas expertas de renombre internacional, que han traído a Gipuzkoa las experiencias y reflexiones más avanzadas en torno al estado de las políticas públicas, tales como John Bryson, catedrático de Planificación y Asuntos Públicos de la Escuela de Relaciones Públicas Hubert H. Humphrey de la Universidad de Minnessota, que ha disertado sobre cómo el valor público ayuda a la escucha social; o Karen Sanders, catedrática de la Universidad de St Mary, quien ha puesto el foco en la importancia de escuchar a la sociedad para hacer frente a los populismos.

El diputado general, en su intervención, ha reivindicado lo conseguido hasta ahora por el programa foral Etorkizuna Eraikiz, destacando los principales logros obtenidos por la dinámica. “En primer lugar, la nueva agenda política que la institución foral está desarrollando y que está permitiendo que Gipuzkoa supere los debates del pasado para afrontar de lleno los retos que nos plantea la sociedad del siglo XXI, en constante transformación”, ha explicado. Sobre esta base, Gipuzkoa está apostando por sectores de futuro tales como la ciberseguridad o el envejecimiento saludable, y está experimentando en entornos empresariales reales en ámbitos como la conciliación o la participación de las personas trabajadoras en la empresa.

“Lo que estamos haciendo es importante, pero igual de importante es cómo lo estamos haciendo; la experimentación colectiva y de co-creación con la ciudadanía están guiando esa nueva agenda, lo que permite generar nuevos espacios de trabajo en común y de comunicación con la sociedad organizada. Esta es la base del modelo de gobernanza que defendemos”, ha explicado el diputado general. Según ha anunciado, alrededor de 20.000 guipuzcoanos y guipuzcoanas han participado ya en alguna de las actividades desarrolladas en ese marco de nueva gobernanza que es Etorkizuna Eraikiz, y 4.000 lo han hecho directamente en las experiencias piloto.

Sin embargo, el diputado general ha llamado a huir de cualquier tipo de triunfalismo y a “seguir mejorando”. Según ha recordado, la experimentación activa es uno de los pilares de Etorkizuna Eraikiz: “Ensayar y errar hasta acertar, pero incluso de los fallos también se pueden extraer aprendizajes”. En este sentido, ha indicado que el curso de verano resulta “especialmente interesante”, ya que “nos permite contrastar la experiencia de Etorkizuna Eraikiz con personas expertas de primer nivel”. “Quiero invitar a los y las ponentes para que, de alguna manera, nos saquéis los colores, para que sigamos aprendiendo y mejorando este modelo de gobierno colaborativo que estamos activando en Gipuzkoa”, ha defendido.

Bien común y populismos
John M. Bryson, catedrático de Planificación y Asuntos Públicos de la Escuela de Relaciones Públicas Hubert H. Humphrey de la Universidad de Minnessota, ha analizado los beneficios de la gobernanza colaborativa en la creación de valor público y en la recuperación de la confianza entre la ciudadanía y las instituciones. En su opinión, el cambio en los modelos de gobernanza conlleva alejarse de liderazgos políticos verticales. Debemos ver el liderazgo de forma más amplia: un buen líder a veces tiene que marcar la dirección, pero otras veces debe seguir la dirección que marca la sociedad”, ha reflexionado el experto norteamericano. En esa línea, en palabas de Bryson, la responsabilidad de las y los líderes políticos reside en encauzar “el compromiso y el diálogo ciudadano”, para que la sociedad participe en la generación de valor público, así como en “identificar y abordar los problemas y desafíos sociales”, ofreciendo “respuestas políticas innovadoras, factibles y con fundamento”.

“La gobernanza y el liderazgo colaborativo son un camino eficaz para conseguir el bien común, porque conllevan una mejora en las decisiones, los liderazgos y la ciudadanía. Además, suponen un avance en la dación de cuentas, en la confianza y en la capacidad para abordar nuevos desafíos en el futuro”, ha planteado. No en vano, en opinión de Bryson, “la verdad pública debe ser descubierta, no cae del cielo”, de modo que la deliberación pública se erige en un factor vital “en pos del bien de toda la sociedad”.
La profesora de la Universidad St. Mary de Londres, Karen Sanders, se ha referido en su ponencia a la dificultad de llevar a cabo la escucha a la sociedad en esta época en la que “los populismos y la desconfianza hacia el establishment” están al orden del día. Para Sanders, el populismo es más “un estilo político que una ideología”, ya que toma como base “no el discurso en sí, sino la política como una realidad escenificada, basando la comunicación con la sociedad en la estética y en las emociones”. “El populismo suele generar una dialéctica entre el ‘nosotros’ y el ‘ellos’, siendo ‘ellos’ muchas veces las élites y las personas extranjeras. El populismo necesita de chivos expiatorios”, ha argumentado.
“Esta realidad lleva consigo muchas cosas negativas para la democracia, pero también nos deja algunas lecciones para que la comunicación con la sociedad sea más efectiva. Si realmente queremos generar diálogo con la ciudadanía, debemos tener credibilidad, generar un vínculo emocional y escuchar y responder ante verdades incómodas”, ha recomendado Sanders. Para terminar, la profesora británica ha abogado por “equipar a la ciudadanía para darse cuenta del entorno comunicativo” en el que nos encontramos como sociedad; “en las escuelas deberíamos enseñar a las personas cómo pueden manipular nuestras emociones a través de la información, sería recomendable que esta cuestión tuviese más atención en la agenda pública”, ha resumido.