Una mujer británica llamada Claire Busby ha demandado al fabricante Beds Are Uzzz tras haber sufrido una grave lesión en la espalda mientras practicaba sexo en una cama que, según la demandante, estaba “defectuosa”.
La mujer quedó paralizada después del accidente, que tuvo lugar en agosto de 2013. El mueble estaba casi completamente nuevo: el suceso ocurrió tan solo una semana después de la compra.
Este lunes, durante la audiencia de su demanda en una corte del Reino Unido, la mujer explicó que sufrió la grave lesión tras cambiar de posición en un momento del acto sexual: «me di la vuelta, bajé la mano y sentí como si me catapultaran desde la parte posterior de la cama». «Mi cabeza golpeó el suelo, caí a un lado y luego escuché como si un resorte en mi cuerpo se rompiera», describió.
Desde la empresa fabricante, Beds Are Uzzz, niegan que la culpa de la lesión de la mujer se hallara en el mueble. Sin embargo, Busby afirma que la cama que le fue entregada estaba «defectuosa» porque las dos bases que sostenían el colchón no estaban correctamente unidas entre sí.