Investigadores de la UPV/EHU han creado un apósito diseñado para el tratamiento de las heridas crónicas, que actúa como una segunda piel, protegiendo la herida, manteniéndola hidratada y favoreciendo el proceso de cicatrización.
El apósito logrado se compone de nanofibras de un polímero biodegradable (PLGA), aloe vera y nanopartículas lipídicas, y se obtiene mediante la técnica de electrospinning o electrohilado. Esta técnica para la fabricación de fibras está basada en un conjunto de conceptos electromagnéticos, como la carga electrostática, en donde una solución, generalmente polimérica, se ve inducida por ese efecto y da como resultado fibras de diversos tamaños.
El electrohilado aporta a los elementos desarrollados diversas características, como una amplia superficie por unidad de área, porosidad y una serie de propiedades mecánicas, «siendo atractivo a nivel biotecnológico».