El líder de Ciudadanos y candidato a la Presidencia del Gobierno, Albert Rivera, ha decidido presentar mañana ante la Fiscalía General del Estado una denuncia por los incidentes del pasado domingo en Errenteria, donde cientos de manifestantes boicotearon su mitin.
Rivera ya dijo que, en su opinión, la Fiscalía podía actuar de oficio contra quienes dirigieron «insultos y amenazas» a los asistentes a su acto, que se pudo celebrar gracias al amplio dispositivo que estableció la Ertzaintza, aunque en medio de una incesante cacerolada y constantes gritos e insultos.
Los policías, que tuvieron que escoltar a los participantes en el acto, llegaron a cargar contra algunos manifestantes para abrir paso a los afiliados de Cs y los periodistas mientras abandonaban la plaza de los Fueros, donde habían permanecido dentro de un espacio vallado.
El líder de Ciudadanos afirmó ayer que se le «ocurren unas cuantas caras y unos cuantos insultos y amenazas que son constitutivos de delito», y aludió concretamente a amenazas, agresiones y «huevazos» y apunto a posibles «delitos de odio». Algunos de los calificativos que se escucharon fueron «asquerosos, fascistas, hijos de puta, españoles y cobardes», y algunas personas también escupieron y lanzaron algún objeto, como un mechero, una botella llena de agua o un huevo.