La Encuesta de Población Activa (EPA) que ha publicado el INE muestra que entre enero y marzo el número de desempleados en España ha crecido en 49.900 personas.
Esta subida deja el número total de parados en 3,354 millones de personas, con la tasa de paro en el 14,7%, tres décimas por encima del cierre de 2018.
Se trata de la mayor subida del desempleo en seis años: habría que remontarse al primer trimestre de 2013, uno de los peores momentos de la crisis, para ver un alza más pronunciado en la tasa. Además, el dato definitivo es peor del que vaticinaban los expertos. Desde el servicio de estudios de Asempleo (la patronal de empresas de trabajo temporal y agencias de empleo), por ejemplo, estimaban un repunte de 36.000 parados, frente a los casi 50.000 finales.
Por otro lado, en el arranque del año también se ha producido una destrucción de 93.400 empleos, lo que deja el número de afiliados a la Seguridad Social en 19,47 millones. El principal arrastre del empleo ha venido por el lado del sector privado, donde se han destruido más de 96.000 puestos de trabajo, mientras que en el público se han creado 2.600 nuevos empleos.
En cuanto a actividades económicas, la peor parte se la lleva el sector servicios, con una pérdida de más de 109.000 afiliados a la Seguridad Social. La industria y la construcción, por su parte, apenas han sufrido variación, mientras que en la agricultura el repunte supera las 14.000 personas.
No obstante, el dato de destrucción de empleo es algo inferior al que estimaban algunas firmas del mercado, que alertaban de la posibilidad de que la ocupación se redujera más que en el primer trimestre del año pasado, cuando bajó en 124.100 personas y el paro se incrementó en 29.400. Así, este es el segundo peor dato en términos de afiliación en los últimos cuatro años, pero el tercero mejor desde 2012.