La Guardia Civil y agentes del Servicio de Investigación Criminal de la Ertzaintza han logrado desmantelar una organización criminal integrada por ciudadanos albaneses y kosovares, a los que se les atribuye el robo por extracción violenta de tres cajeros automáticos en dos hospitales y un centro comercial de Gipuzkoa.
El grupo alquilaba pisos patera durante el periodo que duraba su campaña delictiva fuera de Madrid, donde tenía fijada su residencia. Eran especialistas en perpetrar robos por procedimiento de butrón, reventar cajeros automáticos y robar viviendas unifamiliares de alto nivel adquisitivo.
En concreto el grupo actuó en dos hospitales de Hondarribia y Zumárraga y un centro comercial de Irún. Los asaltantes se llevaron, por extracción violenta, sendos cajeros en los dos primeros lugares, pero no lo consiguieron en el caso de Irún gracias a la intervención de patrullas de la Ertzaintza, que pusieron en fuga a los ladrones. Los dos cajeros extraídos por la fuerza fueron luego reventados en pistas forestales para hacerse con el dinero de su interior.
La pista inicial que permitió a la Ertzaintza relacionarse su investigación con los casos de Galicia y Madrid fue un todoterreno sustraído en tierras gallegas y detectado en uno de los robos en de Gipuzkoa.
Gracias a la investigación efectuada, los agentes han podido constatar que el grupo sustraía los vehículos en poblaciones madrileñas, trasladándose hasta el lugar de destino usando placas de matrícula falsificadas. Estos vehículos eran utilizados durante el tiempo que duraba la campaña, dejándolos después abandonados.
En los registros efectuados la semana pasada en los barrios de Usera, Villaverde y Carabanchel alto, se intervino una elevada cantidad de dinero en efectivo, herramientas utilizadas para la perpetración de los robos, joyas, relojes y ropa de primeras marcas, además de documentación donde se recogen los estudios de los lugares donde se perpetraron los hechos delictivos. En esas detenciones y registros estuvieron presentes agentes policiales del SICTG de la Ertzaintza.
Los detenidos son cinco varones, con edades comprendidas entre los 24 y los 41 años, cuentan con numerosos antecedentes e incluso tienen orden de expulsión de nuestro país, portando todos ellos en el momento de la detención identidades falsas,. Se les imputan los delitos de organización criminal, robo con fuerza en domicilios habitados, robo con fuerza en las cosas, robo de vehículo, falsedad documental y delitos contra la seguridad del tráfico, decretando la Autoridad Judicial competente el ingreso en prisión de los detenidos.