El equipo del óncologo español Joan Massagué ha descubierto que las células que inician la metástasis utilizan para propagarse el mismo sistema del organismo que para reparar heridas, hallazgos que abren una posible vía para encontrar un tratamiento.
«Ahora entendemos la metástasis como la regeneración del tejido equivocado (el tumor) en el lugar equivocado (los órganos vitales distantes). Esto no es solo una metáfora. Es literalmente cierto en términos moleculares y fisiológicos», explica Massagué en un artículo científico publicado en la revista Nature Cancer.
Según los datos ahora presentados, las células cancerosas utilizan de manera perniciosa una estrategia que, en condiciones normales, sirve a las células sanas para reparar tejidos dañados. La responsable final de tal engaño es una molécula llamada L1CAM.
Al observar los tejidos de los tumores humanos bajo el microscopio, los investigadores vieron claramente que la división de células con la L1CAM era más común en áreas donde una capa epitelial estaba alterada, es decir, herida. Utilizando un modelo de colitis en ratón, los investigadores confirmaron que la L1CAM es necesaria para la reparación normal de la herida.
A continuación, querían saber exactamente qué es lo que hace que las células activen la L1CAM en el proceso de la herida. Para averiguarlo, recurrieron a los organoides de tejido, una tecnología que, en el futuro, podría impulsar la generación de órganos para trasplantes. Utilizando estos organoides, los investigadores pudieron demostrar que la simple separación de las células de sus ‘vecinas’ era suficiente para activar la producción de L1CAM.
Los investigadores explican que las heridas son esencialmente una brecha en la integridad de la capa epitelial de la piel, en el que unas células que normalmente están unidas estrechamente entre sí para formar una barrera protectora se separan repentinamente. De manera similar, en la metástasis, las células se desprenden de sus ‘vecinas’ y migran para llegar a nuevos lugares, según este trabajo.
Los responsables del trabajo sospechan que la reparación de heridas equipaba a ambos tipos de células para sobrevivir.