La Audiencia de Gipuzkoa ha decidido aumentar las medidas cautelares del tatuador que fue juzgado el pasado octubre por abusar presuntamente de una docena de mujeres en Donostia, con el fin de evitar una posible fuga durante la espera de sentencia.
A partir de ahora las medidas de control sobre el procesado le obligan a presentarse en sede judicial los lunes, miércoles y viernes, le prohíbe abandonar el país y ordena la retirada de su pasaporte.
El acusado quedó en libertad por orden judicial tras una vistilla celebrada al término de la última sesión del juicio, en la que la Fiscalía solicitó penas que suman 28 años y medio de reclusión para el procesado, mientras que la defensa, ejercida por la letrada Cristina Morcillo Buj, pidió la libre absolución.