La Agencia Vasca del Agua comienza hoy a demoler el antiguo concesionario de Vertiz en Martutene, en la margen derecha del Urumea, a escasos metros del puente de Martutene. Su demolición es uno de los hitos técnicos fundamentales de las obras de la fase II para la defensa contra las crecidas de Urumea, puesto que liberaliza aproximadamente la mitad de los 500 metros del tramo entre el puente de Martutene y el puente del polígono 27.
Una vez se haya demolido, se podrá continuar excavando y doblando el ancho del cauce del tramo: de sus 25 metros originarios a los 50 metros de ancho de cauce que dispondrá tras su ejecución.
Las labores de ensanchamiento del cauce en la fase II prácticamente han concluido inmediatamente aguas abajo, entre el final del recinto del antiguo concesionario y el puente del polígono 27. Dichos trabajos han requerido la excavación de cerca de 95.000 m³ de tierra, en torno a 9500 camiones.
Una vez que la demolición del concesionario concluya, las obras continuarán los meses venideros con el objetivo de aprovechar el verano y avanzar al máximo con la excavación de las tierras y el resto de los trabajos que haya que realizar en el cauce (como la hinca o la conducción por el subsuelo del saneamiento que recogerá las aguas residuales del polígono 27 y las transportará por bombeo hasta la depuradora).
Fase II de las obras de defensa ante inundaciones del Urumea
El conjunto de las actuaciones de la fase II que URA está acometiendo en el barrio donostiarra de Martutene cuentan con un presupuesto de 13 millones de euros. Al igual que los trabajos incluidos en la Fase I, la segunda fase de las obras de defensa del barrio donostiarra ante las crecidas del Urumea recibirán financiación del Fondo Europeo de Desarrollo Regional, FEDER. El conjunto de las actuaciones de la Fase I y la Fase II suponen una inversión de 32 millones de euros.
En la margen izquierda
En la margen izquierda, el encauzamiento se llevará a cabo mediante la construcción de un muro vertical a lo largo de los primeros 200 metros (en sentido hacia aguas abajo) hasta la altura de la Villa Caney. A partir de ese punto, el encauzamiento continúa con una escollera tendida prácticamente concluida, a la que se le está dotando de cobertura vegetal.
Una vez que ese encauzamiento se complete, la margen izquierda será transitable para peatones y ciclistas hasta el Apostolado mediante un paseo de ribera, que conectará en el polígono 27 con el bidegorri al centro de la ciudad.
En la margen derecha
Sin embargo, es la margen derecha la que ha acogido la mayor parte de la ampliación del cauce del Urumea. Para ello, se han llevado a cabo sendos desmontes junto al vial de Sarrueta y se han demolido los caseríos y talleres que había en el lugar.
Se trata de actuaciones cuyo fin es generar el espacio suficiente para permitir la ampliación del cauce y la creación del vial que conectará de nuevo la rotonda del Polígono 27 con el barrio de Martutene y del paseo peatonal que terminará a la altura del puente del citado polígono. Se creará también junto al río un pequeño parque lineal que dispondrá de dos graderíos para acceder hasta el nivel del agua.
La actuación en la margen derecha se completa con la conservación patrimonial del antiguo horno calero de Latsuene, que iba a ser demolido para generar espacio para el nuevo vial de Sarrueta. Esta instalación industrial de finales del siglo XIX ha sido desmontada piedra a piedra y reconstruida fielmente unos metros más abajo.
Tanque de tormentas y mejoras en la red de saneamiento
El encauzamiento en la margen izquierda en el tramo inmediatamente aguas abajo del puente de Martutene consistirá en una pared vertical a lo largo de los primeros 200 metros, que generará un área estanca. Allí se construirá un tanque de tormentas al que derivar las aguas pluviales para ser bombeadas de nuevo al Urumea, una actuación necesaria para garantizar el drenaje urbano.
Asimismo, las obras permitirán acometer una importante renovación de la red de saneamiento de Añarbe. En concreto, se suprimirá la estación subterránea de bombeo de aguas residuales del Polígono 27 y se derivarán por debajo del lecho del cauce del Urumea hasta la nueva estación bombeo de aguas residuales que se construirá en la margen izquierda, en Antzita, y que las impulsará hasta la depuradora de Loiola.
Asimismo, se recogerán las aguas residuales de viviendas de Apostolado para derivarlas al colector.