Desde el pasado 27 febrero, el CERF (Central Emergency Response Found) de Naciones Unidas, ha distribuido 127,5 millones de dólares en 34 países de todo el mundo con el objetivo de mitigar las consecuencias de la COVID-19 en sus territorios. Estos fondos han sido destinados principalmente al abastecimiento de suministros esenciales de salud y humanitarios, la alimentación y el agua y el saneamiento, dando prioridad a las poblaciones más vulnerables, entre las que se encuentran las mujeres y la infancia. Todo ello, sin dejar de atender a las poblaciones que, más allá de la pandemia, siguen siendo víctimas de otras crisis humanitarias y desastres naturales.
El CERF fue creado el 15 de diciembre de 2005 por la Asamblea General de Naciones Unidas con el objetivo de dar respuesta a las emergencias humanitarias de una forma más coordinada, rápida y eficaz. Para ello, obtiene aportaciones de estados miembros, regiones de todo el mundo y donantes privados. Euskadi, a través de la AVCD, contribuyó en 2019 por primera vez a este fondo con 100.000 €. La aportación de 2020 ha ascendido a 200.000 €.