Medio Ambiente remite al Parlamento la auditoria externa encargada a una consultora británica sobre el vertedero de Zaldibar

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El Departamento de Medio Ambiente ha remitido hoy al Parlamento Vasco el contenido de la auditoria externa que encargó el pasado mes de abril sobre el vertedero de residuos industriales no peligrosos de Zaldibar (Bizkaia) operado por la empresa Verter Recycling 2002 SL, que el 6 de febrero sufrió un importante deslizamiento que causó la muerte a dos personas y graves afecciones ambientales.

El informe de la prestigiosa consultora británica Ricardo Energy & Environment concluye que tanto las condiciones establecidas para el funcionamiento del vertedero en la Autorización Ambiental Integrada (AAI) como el seguimiento y control de las mismas por parte del Departamento de Medio Ambiente se ajustó a las directivas europeas que regulan estas instalaciones y al resto de normativa aplicable.

La remisión a la Cámara de la auditoría, recibida esta misma semana, responde al compromiso asumido por el consejero de Medio Ambiente en funciones, Iñaki Arriola, de ofrecer la máxima transparencia en el control público de la instalación privada colapsada y colaborar activamente en el esclarecimiento de las causas del deslizamiento del vertedero de Zaldibar. El informe se enviará también al Juzgado de Durango que investiga el caso y a la Ertzaintza, tal como se ha hecho con toda la documentación relevante en manos del Departamento, así como al comisario de Medio Ambiente de la Comisión Europea, Virginijus Sinkevičius.

Dos objetivos

El encargo de la auditoria a una instancia externa a la Administración tenía dos objetivos. Por una parte, determinar si las condiciones de la Autorización Ambiental Integrada concedida a Verter Recycling en 2007 y sus modificaciones posteriores se ajustaban a los requisitos recogidos en las directivas europeas sobre residuos, vertederos y emisiones industriales, así como en la normativa estatal y vasca que las desarrollan. Y, en segundo lugar, analizar si la labor de inspección y control de esas condiciones por parte del Departamento de Medio Ambiente se realizó conforme a lo que marca la legislación.

Para la realización del informe, que tiene 50 páginas de extensión, Ricardo Energy & Environment ha analizado el contenido de la Autorización Ambiental Integrada concedida a Verter Recycling en junio de 2007, así como la resolución de marzo de 2011 que permitió el inicio de la actividad del vertedero, y las de septiembre de 2013 y noviembre de 2016 que modificaron algunos aspectos de la AAI original. Así mismo, los auditores de la consultora han tenido a su disposición toda la documentación en manos del Departamento. Fundamentalmente:

  • Sumario histórico documental del expediente completo de la AAI, incluyendo todas las Resoluciones que establecen o modifican condiciones de la instalación.
  • Planes de inspección ambiental 2019-2026 y 2011-2018. Programa de Inspección y Control ambiental 2019, así como programas de los años anteriores.
  • Memorias anuales de inspección.
  • Informes de inspección de actividades IPPC (no solo las relacionadas con Verter Recycling).
  • Procedimiento general para la evaluación sistemática de riesgos ambientales mediante el método IRAM (Integrated Risk Assessment Method).
  • Manual de Inspección del Departamento de Medio Ambiente.
  • Informe de seguimiento de Inspecciones IPPC.

El informe revisa la evolución cronológica del vertedero y sus instalaciones desde que solicitó la AAI en 2004, y recopila a continuación toda la legislación que le es aplicable. De forma destacada, las Directivas europeas de Residuos (2008/98/EC), de Vertederos 1999/31/EC y de Emisiones Industriales (2010/75/EU), y las normas que las trasponen y desarrollan a nivel estatal y vasco.

En lo que respecta al análisis de la Autorización Ambiental concedida a Verter Recycling, una vez contrastadas las condiciones fijadas con el marco legislativo exigible, la auditoria determina que la AAI del vertedero de Zaldibar cumple con todos los requerimientos legales. Únicamente hace la matización menor de que la autorización debería haber fijado requisitos para el “uso eficiente de la energía” y unos límites más precisos para las “emisiones difusas de contaminantes” destinados a evitar la emisión de polvo al aire.

En cuanto al segundo aspecto, es decir, si las actividades del vertedero han sido convenientemente controladas conforme a lo que marca la legislación y la AAI por parte del Departamento de Medio Ambiente, los auditores de la consultora británica confirman que ha existido un control efectivo de la instalación por parte de la Administración ambiental.

Se ha identificado una no conformidad, calificada por la consultora de tipo menor, en la inspección y control de la instalación, consistente en que el Plan de Inspección y Control no dispone de un registro que detalle cuáles son las empresas sometidas al Plan. Sin embargo, destacan que es un asunto que no tiene consecuencias para el seguimiento y control realizado sobre el vertedero de Zaldibar.

Si bien el vertedero de Zaldibar fue objeto de siete inspecciones –cuatro de seguimiento y tres genéricas- en sus nueve años de actividad, la firma auditora aporta alguna sugerencia de mejora en este capítulo. Por ejemplo, que la frecuencia de las inspecciones se establezcan de una manera más flexible en instalaciones como el vertedero de Zaldibar, mejor que fijar plazos de 1, 2 o 3 años en función de la valoración del riesgo, aumentando para ello la frecuencia de inspección; o que se concrete en todos los planes aplicables la obligación, en el caso de detectarse incumplimientos graves, de realizar una visita adicional de comprobación dentro de los seis meses siguientes, como ya se recoge en el Procedimiento para la inspección programada de Actividades IPPC del Departamento.

Tras estas observaciones, Ricardo Energy & Environment aprecia que las inspecciones realizadas están bien estructuradas y son minuciosas, y que los incumplimientos identificados tuvieron un seguimiento adecuado por parte de la Administración Ambiental con la entidad operadora del vertedero. Constata también que el funcionamiento de Verter Recycling frente a las condiciones de la AAI se deterioraron en 2019, como ya quedó reflejado en la inspección realizada en junio del año pasado.

Como conclusión general, la firma auditora considera que el Departamento de Medio Ambiente cumplió con los requisitos de control del vertedero de Zaldibar que establecen tanto la Directiva europea de Vertederos como la de Emisiones Industriales.