La consejera de Igualdad del Gobierno Vasco, Beatriz Artolazabal ha señalado hoy que “nuestros jóvenes tienen que conocer lo que ha ocurrido en Euskadi para que, nunca más, nadie anteponga ninguna causa a la dignidad humana y al derecho a la vida”. Lo ha hecho en el marco de la inauguración de la la exposición ‘Gregorio Ordóñez. La vida posible’ en Madrid, que entre otros ha impulsado del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos – Gogora.
El día en el que se conmemora el noveno aniversario del anuncio del cese definitivo de la violencia por parte de ETA, la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales y la directora de Gogora, Aintzane Ezenarro, han acudido junto a Ana Iribar, viuda de Gregorio Ordoñez, a la puesta de largo de esta exposición en el Centro Cibeles de la capital española.
Artolazabal ha destacado que la muerte del concejal del Partido Popular en Donostia-San Sebastián “fue un asesinato absolutamente intolerable en una sociedad democrática como la nuestra”. Gregorio Ordoñez fue tiroteado el 23 de enero de 1995, mientras comía con sus compañeros de partido en un bar de la Parte Vieja donostiarra.
La exposición ‘Gregorio Ordóñez. La vida posible’, trasladada ahora al centro de Madrid, se instaló originalmente en el palacio Miramar de Donostia-San Sebastian, gracias, entre otros al Ayuntamiento de Donostia-San Sebastián y al Gobierno Vasco a través de Gogora.
La muestra cuenta con más de 300 objetos vinculados al político vasco; entre los que se cuentan, 200 fotografías, tres audiovisuales producidos por Iñaki Arteta para la muestra y varias obras de arte. La muestra se completa con los textos elaborados por Antonio Muñoz Molina y Rafael Moneo, los artículos firmados por Gregorio Ordóñez, las cartas a su entonces novia y futura esposa, Ana Iribar, su maletín, su agenda, su tambor y el cómic de la tamborrada que llevaba en su maletín el día del asesinato y quería regalar a su hijo, Javier.