La Agencia Vasca del Agua-URA (adscrita al departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco) restaura 52 metros de ribera del río Arratia a su paso por Artea en un tramo sito 200 metros al norte de la localidad de Areatza (Bizkaia), siguiendo la carretera BI-3530 en dirección a Artea, a pocos metros aguas arriba del puente de Biteri.
La actuación se ha llevado a cabo mediante el empleo de materiales naturales como troncos y plantaciones autóctonas con las que se ha buscado consolidar la ribera y recuperar la vegetación que le es propia al río.
El curso del río Arratia en el tramo dispone de un cauce de entre 3,5 y 4,5 metros de calado y en torno a los 16 metros de anchura, con taludes casi verticales en ambos márgenes. El trazado de la ribera en dicho margen mostraba signos de erosión en todo el tramo como consecuencia de la falta de vegetación de ribera y la acción de la corriente sobre el pie de ribera. Una erosión que se hacía especialmente evidente en los 20 metros más próximos al puente de Biteri.
Para revertir el mal estado de la ribera, se ha procedido a hincar troncos de 25 a 30 cm de diámetro, alineados a lo largo de los 52 metros. Los troncos han sido de altura variable de entre 2,23 y 3,30 metros de longitud y se han dispuesto de forma que sobresalieran un mínimo 0,75 m por encima del lecho del río.
Posterior, esa pantalla de pilotes se ha rellenado con gravas naturales procedentes de gravera, se ha compactado con suelos arcillosos que cohesionen y se ha generado un talud tendido. Dicho talud se ha cubierto con una manta de yute, y se han plantado especies autóctonas de ribera, mediante el uso de estaquillados.
La actuación continúa ahora con la plantación y revegetación del tramo. El material vegetal para la realización del estaquillado se ha recogido de las proximidades de la zona: sauces (Salix atrocinerea, Salix eleagnos y Salix alba) y cornejo (Cornus sanguinea). A partir del estaquillado y hasta la coronación del talud, se han plantado alisos (Alnus glutinosa), fresnos (Fraxinus excelsior), avellanos (Corylus avellana) y espino albar (Crataegus monogyna).
Amén de estabilizar la márgen de nueva creación, la plantación de vegetación natural de ribera en la margen permite el sombreado del cauce y generar microhábitat propicios para invertebrados y fauna piscícola, favorecer los desplazamientos anfibios, mamíferos y aves, o mejorar de la calidad de las aguas.
La actuación ha contado con una inversión de 44.500 € y se han requerido dos semanas para su ejecución.