- El proyecto LIFE-IREKIBAI ha eliminado la fragmentación de importantes tramos de los ejes fluviales y tributarios principales y ha recuperado varios kms de tramos embalsados, promoviendo hábitats más naturales y diversos
- LIFE-IREKIBAI ha contado con un presupuesto de 3 millones de los cuales el 60% proviene del programa LIFE y se desarrolla en espacios incluidos en la Red Natura 2000: río Leitzaran, río Baztán y regata Artesiaga, Belate, río Bidasoa, Artikutza y Señorío de Bertiz
El proyecto LIFE-IREKIBAI finalizó ayer su andadura con la celebración del seminario final que hace balance de las acciones realizadas desde 2016, aunque desde 2009 Navarra y Gipuzkoa trabajan en actuaciones conjuntas para la mejora de la conectividad fluvial de las cuencas del Leitzaran y del Bidasoa.
La iniciativa incide en la principal problemática que comparten los ríos de la Cornisa Cantábrica: su fragmentación y las consecuencias para el hábitat fluvial y las especies que lo habitan. Así, las actuaciones de conservación realizadas y la eliminación de obstáculos existentes en el río Bidasoa y Leitzaran y en sus Zonas Especiales de Conservación, muy condicionados por los azudes, han mejorado el estado ecológico y de la conectividad de las masas de agua, favoreciendo así el movimiento piscícola y aumentando la capacidad del hábitat fluvial en línea con las Directiva de Hábitats y con la Directiva Marco del Agua. Los ríos son hoy más heterogéneos, más complejos, más diversos.
En síntesis, se han eliminado 11 presas que impedían el libre fluir de la fauna piscícola —algunas de ellas, catalogadas como grandes presas, como el paradigmático caso de Inturia—; se han acondicionado dispositivos para el paso de peces que han permeabilzado hasta hace poco muros infranqueables y han facilitado la recurrente visita de especies migratorias; o se ha acondicionado madera muerta en el río para el refugio del visón europeo, la mejora del hábitat del salmón atlántico o la reducción de la erosión de las orillas. Este restauración fluvial en el marco del proyecto Irekibai permite que hoy, en la cuenca del Bidasoa, los salmones más fuertes, con caudales apropiados, superen Elizondo, tras remontar 64 kilómetros. En el Leitzaran pueden hacen lo propio ya en un tramo 61 km.
Cara al proyecto LIFE-IREKIBAI, se constituyó, en 2016, un consorcio específico liderado por la Diputación Foral de Gipuzkoa y del que forman parte también URA, la Agencia Vasca del Agua; HAZI, Fundación del Gobierno Vasco para el Desarrollo del Medio rural y Marino; el Gobierno de Navarra y GAN-NIK, Gestión Ambiental de Navarra, sociedad pública adscrita al Gobierno foral; que ha gestionado las distintas intervenciones. La colaboración entre las entidades ha resultado clave para afrontar los desafíos de restaurar un medio administrativamente tan complejo como los ríos, en los que convergen múltiples intereses y que son objeto de regulaciones específicas que complican su gestión.
La rueda de prensa de presentación de conclusiones ha contado con la presencia de autoridades de la entidades participantes. Por parte de la Diputación Foral de Gipuzkoa, han asistido el diputado de Medio Ambiente y Obras Hidráulicas Jose Ignacio Asensio y la directora de Montes y Medio Rural Arantxa Ariztimuño. El departamento de Medio Ambiente y Obras Hidráulicas ha llevado a cabo las distintas actuaciones en colaboración con la dirección de Montes y Medio Natural, más concretamente con el Servicio de Fauna y Flora, encargado de la coordinación técnica.
El diputado foral guipuzcoano Asensio ha destacado que “Este proyecto mejora considerablemente la permeabilidad de nuestros ríos para las especies piscícolas. Es una acción muy efectiva para contrarrestar los efectos del cambio climático respecto a la migración de las especies piscícolas de nuestros ríos, ya que una de las principales manifestaciones del cambio climático es la disminución del caudal de los mismos. Consciente del problema medioambiental que supone la presencia de obstáculos en nuestros ríos, desde el Departamento de Medio Ambiente y Obras Hidráulicas de la Diputación de Gipuzkoa llevamos dos décadas actuando para resolver esta problemática. En estos momentos estamos trabajando a través de nuestro Plan Director en la recuperación de 365 kilómetros para mejorar la accesibilidad de las especies piscícolas a nuestros ríos.”
Por parte de Gobierno de Navarra han participado el Director General de Medio Ambiente, Pablo Muñoz, y Luis Sanz, gerente de GAN-NIK, Gestión Ambiental de Navarra. Pablo Muñoz, ha enmarcado el proyecto en el “trabajo conjunto de mejora de los hábitats de los ríos que compartimos ambos territorios, Navarra y Gipuzkoa, y en el que venimos colaborando desde 2009 con proyectos de este calado.” Muñoz ha subrayado también el papel de la participación local y la implicación ciudadana durante los cinco años de desarrollo del proyecto LIFE IREKIBAI, y ha concluido afirmando que” conseguir el mejor estado de nuestros ríos y masas de agua es la mejor manera de garantizar la conservación de hábitats y especies, y es parte de nuestro trabajo decidido por la mejora de nuestra biodiversidad”.
Por su parte, Antonio Aiz, Director General de URA, la agencia vasca del agua, ha estado presente junto a Peli Manterola, director de HAZI. Antonio Aiz, director de URA, ha destacado la importancia del proyecto “para la mejora de la conectividad fluvial de las cuencas del Leitzaran y del Bidasoa” mejorando sustancialmente “el valor ecosistémico de los mismos”. Según Aiz, “la restauración física de los ríos ha acaparado la mayor parte de la inversión, con la eliminación de 11 presas” que a su vez ha permitido “avanzar hacia una gestión más inteligente de las cuencas y acometer actuaciones restauradoras de calado, evaluando los cambios geomorfológicos del cauce o haciendo un seguimiento de los sedimentos acumulados” entre otros. Ha hecho un llamamiento a profundizar en “una acción interinstitucional coordinada que nos permita afrontar los retos climáticos e hidrológicos de futuro que debamos afrontar como país”.
Respecto a la colaboración interterritorial es importante señalar que tanto en Navarra, en Euskadi, como en Gipuzkoa se lleva mucho tiempo trabajando para conseguir el objetivo de la mejora de la conectividad, primero a través de la permeabilización de los obstáculos existentes con la construcción de escalas en las presas, y, más tarde, con la eliminación de su uso, abriendo así más los ríos. Hay que subrayar el trabajo integral del proyecto en toda la globalidad del río y, especialmente, en gestión y restauración de cuencas.
Desde el año 2009 la instituciones socias del proyecto LIFE-IREKIBAI vienen desarrollando proyectos compartidos orientados a conservar y restaurar los ríos del País Vasco y Navarra. Han sido 11 años en los que estas iniciativas se han concretado en proyectos interterriotoriales como los POCTEFA BIDUR, Territorios Fluviales, GURATRANS y H20gurea, que también han implicado a socios de Iparralde.
El proyecto LIFE-IREKIBAI ha supuesto una inversión de 3 millones de euros desde el inicio de su andadura en 2016, de los cuales un 60% (1.800.000€) provienen de un proyecto LIFE de la Unión Europea que ha permitido la mejora tanto de las masas del agua, como del estado de conservación de los hábitats y especies fluviales de interés comunitario en seis espacios incluidos en la Red Natura 2000: río Leitzaran, río Baztán y regata Artesiaga, Belate, río Bidasoa, Artikutza y Señorío de Bertiz.
Las acciones de mejora de conectividad realizadas han afectado positivamente a varias de las especies piscícolas, destacando sobremanera la evolución observada en el salmón atlántico (Salmo salar), una especie migradora que nace en el río, migra al mar y vuelve al río a reproducirse tras un periodo variable de tiempo que va de uno a tres años. Según se ha podido observar en los programas de seguimiento, se ha constatado la presencia de salmón en la parte alta de la cuenca del Bidasoa y su consolidación en la del Leitzaran.
Otras especies beneficiadas por el proyecto son el sábalo (Alosa alosa) y la lamprea marina (Petromyzon marinus) en la cuenca del Bidasoa y del Oria; la burtaina (Cottus aturi), una especie de pez únicamente circunscrito a la cuencas del Adour, Nivelle y Bidasoa. Entre los mamíferos ligados a los medios acuáticos cuya situación ha mejorado gracias al LIFE IREKIBAI están el desmán ibérico (Galemys pirenaicus) y el visón europeo (Mustela lutreola). En cuanto a la flora, la alisedas cantábrica (Alnus glutinosa y Fraxinus excelsior) ha sido el hábitat de ribera cuya situación más se va a ver favorecida por las intervenciones realizadas. Las alisedas ayudan a regular el ciclo hidrológico, frenar la erosión y mantener el equilibrio del ecosistema fluvial, la biodiversidad y la conectividad, ya que constituyen corredores ecológicos de primer orden que ofrecen refugio y protección a los animales, poco dados a salir a campo abierto.
Las acciones del proyecto se han articulado en torno a tres grandes ejes de actuación. Por un lado, la restauración de ríos, que ha acaparado la mayor parte de la inversión; por otro, la mejora del conocimiento sobre la gestión y restauración de cuencas fluviales; y por último, la sensibilización de la sociedad sobre los valores y los servicios ambientales que proporcionan los ríos.
Tanto el detalle de las acciones realizadas como los resultados del proyecto se incluyen en el INFORME LAYMAN y el vídeo sobre el proyecto del mismo que se encuentra disponible en el siguiente enlace:
https://www.youtube.com/watch?v=3-4VRKXpBDg