Arratsalde on!
Agradezco la oportunidad de poder compartir, en Euskadi y con las y los vascos en todo el mundo, mis reflexiones y compromiso en este fin de año, en un 2020 inimaginable hace doce meses.
Pensábamos, y quizás todavía haya quien así lo sienta, que nada podría con nuestra salud, personal y colectiva, global y total. Sin embargo, de manera imprevisible, el coronavirus ha cambiado y condicionado nuestras vidas.
Con Alberto Sololuze y Joaquín Beltrán en el recuerdo y con la disposición a que se aclare lo sucedido, mis primeras palabras son de condolencia a las más de 2.800 personas fallecidas y sus familiares.
Comparto el dolor al perder a un ser querido sin poder ofrecer una última palabra, un beso, un abrazo…
Este recuerdo emocionado, expresado el 21 de septiembre en el espacio “Sempervirens” de Gasteiz, quedará siempre en nuestra memoria.
Comparto mi agradecimiento más sincero a los y las profesionales que han dado lo mejor de sí mismas a lo largo de esta crisis.
Personas que trabajan en los servicios esenciales, sanitarios y socio-sanitarios.
Han realizado un millón setecientos mil test, atendido a doce mil personas en los Hospitales, en la atención primaria…. Han cuidado a casi veinte mil en las residencias de mayores…
Agradezco, asimismo, la labor de las personas cuidadoras que atienden a nuestros mayores en su hogar… El compromiso de las personas voluntarias y el Tercer sector que muestra su solidaridad a las familias más vulnerables… El tesón de la comunidad educativa que demostró su capacidad para mantener la educación desde casa y garantizar, ahora, la educación presencial.
Traslado nuestra solidaridad a las y los profesionales, empleadores y autónomos, personas trabajadoras, negocios, empresas de todos los sectores que sufren el embate de esta pandemia.
Conocemos las dificultades y penurias que se viven en estos momentos. Sabemos que no vamos a poder resolver todos y cada uno de los problemas. Estamos volcados en ayudar a quien más lo necesita.
Cada decisión adoptada ha tenido unos costes y ha supuesto un sacrificio para nuestra vida en común. Hemos actuado, en todo momento, priorizando y tratando de garantizar la salud y la vida de las personas; conjugándola lo máximo posible con la actividad económica, laboral, educativa, cultural y social.
No ha sido fácil ni sencillo. Lo reconozco. Tengo muy presentes las personas fallecidas, el riesgo de saturación del sistema sanitario, la desprotección sufrida por el personal de los servicios esenciales, el miedo a nuevos brotes y contagios…
Hemos adoptado decisiones excepcionales. Lo vamos a tener que seguir haciendo. Nos hemos podido equivocar, seguro… Cando nos hemos equivocado, hemos tratado de rectificar cuanto antes.
Hemos asumido, con humildad, que enfrentamos un virus desconocido y una situación de incertidumbre permanente.
Esta tarea no ha concluido.
El virus sigue activo, sigue siendo muy grave y letal.
Tenemos que mantener el pulso y la tensión. No debemos echar por tierra todo el trabajo realizado.
Las instituciones vamos a poner todo lo necesario para la recuperación del País.
Las prioridades están claras: reforzar el sistema de salud, garantizar la educación, atender a las personas más necesitadas, reactivar la economía, apoyar a los sectores más afectados y recuperar el empleo. Sí, porque somos conscientes de la incógnita tras los ERTE, de las dificultades para mantener la actividad y los empleos. Conocemos el desasosiego de buena parte de la juventud y de quien sufre la precariedad laboral.
Euskadi está en marcha… Atendiendo las necesidades del día a día y con la mirada en el futuro.
Hemos aprobado el Programa Berpiztu para avanzar en una Euskadi más verde, más digital y más inclusiva… Una Euskadi que supere el reto demográfico; impulse la industria inteligente, las nuevas fuentes de energía y la economía verde; apueste por la salud personalizada. Así lo identificamos en los proyectos Euskadi Next.
Contamos con un modelo eficaz: Desarrollo Humano Sostenible. Reitero nuestro compromiso con la Agenda 2030 y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.
Hemos superado crisis anteriores.
Vamos a salir adelante con determinación.
La estabilidad institucional nos ha de llevar a seguir buscando el compromiso compartido. En este contexto, difícilmente llegará lejos quien pretenda caminar solo.
Con el esfuerzo corresponsable saldremos juntos adelante. En Euskadi practicamos la gobernanza colaborativa entre Gobierno Vasco, Diputaciones Forales y la Asociación de Municipios Vascos -Eudel. Así lo ofrecemos también en el conjunto del Estado. De la misma manera lo ofrecemos a cada grupo parlamentario, con nuestra disposición en favor del desarrollo de Euskadi reflejado en cada Proyecto de Ley.
Termino reiterando el agradecimiento, la determinación y la esperanza.
Estamos viviendo una experiencia inédita y muy grave.
Debemos actuar con humildad. No hay atajos ni fórmulas mágicas. No es el momento de perder energías en disputas estériles.
La vacuna es sinónimo de esperanza. Tenemos preparados los recursos necesarios, pero vamos a necesitar muchos meses para llegar a todas las personas.
Bizi Berri ante algo que nunca habíamos experimentado pero, por lo tanto, algo que podría volver a suceder.
Bizi Berri es un reto colectivo: ser conscientes de que debemos cambiar nuestra forma de vida y poner lo mejor de cada persona en favor del bien común.
Vamos a invertir en los servicios públicos de Sanidad y Educación… Vamos a trabajar por estabilizar y gestionar la pandemia, reforzando el sistema sanitario público y garantizando el derecho a la educación del alumnado.
Vamos a colaborar en la recuperación de la economía y el empleo, protegiendo a los colectivos que más sufren las consecuencias económicas de la pandemia.
Con humildad, empatía, cercanía y equilibrio lograremos el deseo que compartimos estos días: un Feliz año 2021 en la esperanza de que volvamos a encontrarnos…
Eskerrik asko eta, inoiz baino gehiago, Urte berri on!