Los avances tecnológicos de los últimos años han transformado por completo la industria del ocio y el entretenimiento, ya que hay ciertos sectores que han sabido adaptarse a las demandas de un mercado cada vez más centrado en el ámbito digital. Asimismo, han surgido nuevas compañías que se han convertido en grandes pilares económicos del sector, debido a que han sido capaces de cubrir las necesidades de unos usuarios muy exigentes con el contenido.
En el sector audiovisual este fenómeno es muy claro, gracias al crecimiento que han experimentado las plataformas de streaming a lo largo de esta última década, desbancando totalmente a otros competidores como los medios de comunicación tradicionales. Por otro lado, avances como la resolución en 8K están obligando a cualquier compañía a transformarse, si no quieren quedarse desplazadas de un mercado global que multiplica las oportunidades de negocio y la competencia al mismo tiempo.
Actualmente, tenemos a nuestra disposición muchas opciones para disfrutar de los contenidos en 8K, sobre todo en una nueva generación de televisores que se convierten en una herramienta fundamental para el ocio. Por supuesto, todo este proceso sería impensable sin el desarrollo de otros ámbitos de forma paralela, como la expansión de las redes 5G y su oportunidad de mantener conexiones más rápidas a través de Internet.
De esta manera, se producen una serie de cambios en los hábitos de consumo, que cada vez afectan a más generaciones según se va reduciendo la brecha digital. Además, la influencia en España de estas nuevas tendencias es notable, ya que nuestro país se ha posicionado como uno de los grandes referentes mundiales a la hora de generar contenido de calidad en Internet (series para Netflix, youtubers mundialmente reconocidos, streamers que baten todos los récords de audiencia, etc.).
La tecnología se convierte en el principal motor del crecimiento
Otro caso lo podemos observar en la industria deportiva, que emplea estos avances tecnológicos y digitales con la intención de impulsar la espectacularidad de los eventos. De hecho, la cobertura mediática a cualquier competición ha experimentado un cambio de 360º en esta última década, con planos de una calidad espectacular y una cantidad de información abrumadora disponible en Internet.
Por otro lado, como hemos mencionado anteriormente, la industria audiovisual es otra de las grandes beneficiadas a pesar de que el 8K vuelve a suponer un contratiempo para sectores como las salas de cine. De este modo, aunque los festivales siguen siendo muy importantes a nivel nacional, las plataformas de streaming están superando todas las predicciones de crecimiento gracias a una oferta muy variada a un precio impensable hace unos años.
Por consiguiente, estas plataformas de streaming han multiplicado sus beneficios de forma exponencial en nuestro país, gracias a una relación calidad-precio que se traduce en una fidelidad por parte del usuario a largo plazo. Así, el amplio catálogo de series desarrollado por HBO supone una ventaja competitiva fundamental, debido a que es muy difícil que otros sectores hagan frente a esta gran cantidad de contenidos.
Finalmente, no podemos pasar por alto al iGaming, que también ha sabido aprovechar al máximo las ventajas que ofrecen tanto Internet como las nuevas tecnologías. De hecho, si prestamos atención a todas las modalidades de ruleta en vivo disponibles en la red, observamos que producen una sensación de inmersión total en el usuario, al mismo tiempo que la calidad de la imagen y el sonido simulan la realidad a la perfección.
El sonido 8D, otra nueva tendencia que impulsa las sensaciones inmersivas
Por último, otro de los avances que se compaginan con la calidad de imagen basada en el 8K son los sonidos calificados como 8D, que permiten impulsar estas sensaciones inmersivas y repercuten directamente en la totalidad de la industria del entretenimiento. Gracias a ello, se ha dibujado un nuevo panorama para el ocio, que seguirá perfilándose a lo largo de los próximos años y cuenta con unos pronósticos de futuro muy favorables. Así, sectores como la realidad virtual, los videojuegos o las plataformas de streaming tienen una gran proyección por delante, mientras que las salas de cine o los medios de comunicación tradicionales necesitan reinventarse con rapidez.
