- A mayor edad, mayores salarios, y más accesible se vuelven tanto el alquiler como la compra de vivienda
- La compra de una vivienda protegida en solitario supone destinar un 30,7% del salario neto mensual y alquilarla, el 25,3%
Vitoria-Gasteiz, 09/02/2021
El coste de la emancipación en Euskadi se mantuvo en 2019 en parámetros similares al de los años anteriores, tal y como refleja el último estudio ‘El coste de la emancipación residencial en Euskadi’, recientemente publicado por el Observatorio Vasco de la Juventud. Así, los indicadores analizados muestran niveles similares a los de los años de la post crisis financiera.
El informe evidencia del mismo modo que, entre las personas jóvenes, son las que tienen entre 30 y 34 años, las que mayores facilidades de emancipación tienen, puesto que sus ingresos, son mayores. También hay diferencias de género, ya que los hombres tienen mayores ingresos de media.
También queda nuevamente reflejado que la mejor fórmula para acceder a esa emancipación es a través de la vivienda protegida, siendo más accesible alquilarla que comprarla. En 2019 la compra de una vivienda protegida en solitario supuso para la juventud vasca destinar el 30,7% del salario neto mensual al pago de la hipoteca. Alquilar un piso protegido por su parte, implicó un coste menor, el 25,3 % del salario neto al pago de la renta de alquiler mensual. Estas dos opciones permiten a la juventud emanciparse en solitario sin riesgo de sobreendeudamiento.
Por su parte, el porcentaje de salario neto mensual que una persona asalariada de 18 a 34 años debió destinar al pago de la primera mensualidad de la hipoteca para la compra en solitario de una vivienda en el mercado libre fue del 55,1% en 2019. Mientras, el porcentaje del salario neto mensual que una persona joven asalariada debió destinar al pago de la renta de alquiler fue del 50,4%.
Cabe destacar que desde 2015 el coste de acceso a la vivienda libre en propiedad se mantiene por debajo del 56% del salario. Comparando este coste con el registrado en 2007, ha descendido más de 40 puntos (en 2007 era un 98,9% y en 2019 es el 55,1%). El descenso respecto a los años previos se debe, principalmente, al descenso en los precios de venta de las viviendas libres y también a la rebaja de los tipos de interés aplicados a los préstamos hipotecarios.
En 2019 la superficie máxima tolerable de compra, esto es, el número de metros cuadrados construidos que debería tener como máximo la vivienda libre para que su compra (a precio de mercado) por parte de una persona joven asalariada de 18 a 34 años no le suponga destinar más del 30 % de su salario neto mensual al pago de la primera cuota del préstamo hipotecario, se estima en 47,9 m2 en Euskadi. Número similar al de los últimos cinco años, pero muy superior a la registrada en 2007, cuando no llegaba a los 30 m2 (27,1 m2).