La Ertzaintza realiza una nueva operación contra el expolio arqueológico en Araba

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PRUEBA

La Ertzaintza ha llevado a cabo una nueva actuación policial, denominada “Burdin”, contra el expolio arqueológico en Araba que ha culminado con la investigación de dos personas acusadas de un delito contra el Patrimonio Cultural Vasco, la recuperación de un elevado número de restos arqueológicos metálicos de diversas épocas y la ocupación de un detector de metales presuntamente utilizado por los investigados para localizar los vestigios.

Las investigaciones comenzaron en el mes de junio de 2020, tras una reunión entre representantes de varios Ayuntamientos, la Diputación Foral de Araba, arqueólogos profesionales y agentes de la Ertzaintza, en la que se trató el grave problema de daños y sustracción de restos históricos que se estaba detectando en diversos yacimientos alaveses. Tras aquel encuentro, la DFA interpuso varias denuncias por expolio arqueológico en varios yacimientos, entre ellos en el de Iruña-Veleia.

Debido a la complejidad y gravedad de los hechos, estas denuncias fueron asumidas por la Sección Central de Investigación Criminal y Policía Judicial de la Ertzaintza, concretamente por agentes especializados en la investigación de delitos contra el Patrimonio Cultural pertenecientes a la de la Sección Central de Medio Ambiente y Urbanismo y de la Sección Central de Patrimonio.

En este caso, el operativo se ha denominado “Burdin” y las investigaciones comenzaron en noviembre de 2020, tras la llamada de una persona al 112 mediante la que informaba que dos personas estaban realizando una cata clandestina en el yacimiento de Iruña-Veleia. Tras este aviso, agentes de la Ertzain-etxea de Vitoria-Gasteiz procedieron a la identificación de uno de los sospechosos.

Las investigaciones de la Sección Central permitieron identificar a dos personas domiciliadas en Vitoria-Gasteiz, que se dedicaban presuntamente al expolio continuado de yacimientos arqueológicos, entre ellos el de Iruña-Veleia, Arcaya y otros por determinar. Su modus operandi consistía en pasar un detector de metales por las zonas de interés, después realizar catas clandestinas con palas y azadas sin metodología arqueológica y, finalmente, apropiarse de todos los restos metálicos que pudieran localizar, ocasionando daños en los contextos arqueológicos y la pérdida irreversible de la información científica asociada a los restos.

Ante esta situación, la Sección Central de la Ertzaintza, en colaboración con el Servicio de Investigación Territorial de Álava (SICTA), la Ertzain-etxea de Vitoria-Gasteiz y el Museo de Arqueología de la Diputación Foral de Álava, planificó un operativo policial que culminó el 13 de febrero de 2021 con la investigación de estas dos personas, la ocupación del detector y de numerosos vestigios metálicos como monedas, balas, adornos, clavos, utensilios y herramientas de diversas épocas históricas.

Las diligencias y las evidencias serán remitidas al Juzgado de Instrucción nº 4 de Vitoria-Gasteiz, que se encarga de las investigaciones, y los restos ocupados serán enviados al Museo de Arqueología de Álava para la realización del correspondiente informe pericial y la determinación de sus yacimientos de origen.

El antecedente de la operación “Ondare”
Esta última intervención de la Ertzaintza para preservar el patrimonio arqueológico tiene un antecedente cercano, cuyo primer resultado fue la operación “Ondare”, desarrollada en diciembre de 2020, en el transcurso de la cual la Ertzaintza desarticuló un grupo criminal con sede en Agurain que se dedicaba al expolio continuado de cuevas y yacimientos en Euskadi y Navarra. En aquella operación, los agentes incautaron más de 20.000 restos arqueológicos líticos, óseos y cerámicos en el domicilio de uno de los integrantes del grupo.

Desde la Ertzaintza se recuerda que la Ley de Patrimonio Cultural Vasco prohíbe cualquier intervención arqueológica sin autorización de la Diputación Foral, así como el uso de detectores de metales en yacimientos, por lo que se solicita que, ante la mínima sospecha, se comunique al 112 cualquiera de estas situaciones. Por último, también se recuerda que ante el hallazgo casual de restos arqueológicos por parte de un particular no se deben recoger, sino que se debe informar inmediatamente al Ayuntamiento o a la Diputación Foral, para que procedan a la recogida de los vestigios de manera adecuada.