- La directora de Emakunde ha comparecido hoy en el Parlamento Vasco para hablar del proyecto de ley de modificación de la Ley para la Igualdad
- Ha señalado que se trata de una de las leyes más importantes de la legislatura y que la situación de crisis generada por la pandemia la hace más necesaria que nunca
La directora de Emakunde, Izaskun Landaida, ha comparecido hoy ante la Comisión de Derechos Humanos, Igualdad y Justicia del Parlamento Vasco para realizar sus aportaciones en relación al proyecto de ley de modificación de la Ley para la Igualdad de Mujeres y hombres que se encuentra en trámite parlamentario.
Landaida ha asegurado que nos encontramos ante la aprobación de una de las leyes más importantes de la legislatura y que va a suponer “una herramienta estratégica para reforzar las políticas de igualdad”. Ha recordado el momento en el que se va a aprobar, un momento de crisis provocado por la pandemia “donde también afloran con fuerza los discursos contrarios a la igualdad”, y ha declarado, en este sentido, que, por ello, “se trata de una ley más necesaria que nunca”. Ha indicado que las crisis afectan directamente a las personas en situaciones de mayor vulnerabilidad, como muchas mujeres, y a la propia igualdad.
La directora de Emakunde ha resaltado lo que supuso la aprobación de la Ley en 2005, una ley que fue pionera y referente, y “que se ha convertido en seña de identidad de nuestras políticas de igualdad” entre otras razones, porque ya entonces ubicaba la erradicación de la violencia contra las mujeres en el marco de las políticas de igualdad. Y ha recordado que fue posteriormente, en 2011, cuando este enfoque fue propuesto en el Convenio de Estambul. Landaida ha declarado que ya entonces, como ahora, “se planteó una ley integral que diera respuesta a las desigualdades y a la violencia contra las mujeres, pues son dos cuestiones estrechamente relacionadas, siendo una el origen de la otra”.
En sus palabras, la Ley ha posibilitado hasta ahora que contemos con una amplia red de recursos de atención para las víctimas y supervivientes de la violencia, con mecanismos estables de coordinación entre las instituciones, o con personal técnico en igualdad, entre otros. En este sentido, ha asegurado que la modificación de ley supone un refuerzo de los recursos económicos, humanos y técnicos para el desarrollo de las políticas de igualdad; impulsa la formación en igualdad del personal de la administración, ya que prevé la formación básica obligatoria, progresiva y permanente; refuerza el trabajo en coeducación en las aulas; dota de mayor protección a las niñas, niños y adolescentes frente a la violencia machista y crea una nueva ayuda para hijas e hijos huérfanos como consecuencia de la violencia machista; amplía el sistema de atención a las víctimas de todas las formas de violencia contra las mujeres; afronta la mejora de los sistemas de detección temprana; sitúa en el centro de todas las medidas los derechos de las víctimas y su empoderamiento; y, entre otras muchos avances más, permite también el reconocimiento al derecho de reparación de las víctimas.
Landaida ha querido destacar, asimismo, el proceso participativo para la modificación de la ley que ha liderado Emakunde. El proyecto de ley ha recibido más de 400 aportaciones, tanto de la sociedad civil como de instituciones. En el proceso participativo se ha contado con personas expertas en género e igualdad, con las instituciones públicas competentes en la prevención y atención de la violencia contra las mujeres, con agrupaciones feministas, con profesionales que intervienen en la prevención, detección y atención de la violencia contra las mujeres, con agentes sociales, entidades y asociaciones que trabajan con las víctimas de la violencia.