La juventud vasca se muestra satisfecha con su situación personal en 2020, pese a notarse la incidencia de la pandemia

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PRUEBA
  • El impacto de la Covid-19 en las relaciones sentimentales y/o sexuales condiciona su grado de satisfacción
  • Los indicadores relacionados con el empleo muestran mejores expectativas que en 2013, en plena crisis financiera

Vitoria-Gasteiz, 16/04/2021

La juventud vasca está satisfecha con su situación personal y también con la de su colectivo, en general, pese a que la pandemia se ha dejado notar en un año como 2020, cargado de situaciones excepcionales. Así lo refleja el informe Aurrera Begira 2020. Indicadores de expectativas juveniles, elaborado por el Observatorio Vasco de la Juventud. De carácter anual, el documento recoge datos comparados desde 2013, fecha en la que comenzó a realizarse.

La pandemia y la crisis económica derivada de esta han condicionado las expectativas de la juventud vasca como queda reflejado en que dos de los diez indicadores del estudio hayan registrado el peor resultado de los últimos ocho años. No obstante, el balance global muestra a una juventud satisfecha y con confianza en encontrar un trabajo acorde a su formación.

En este sentido, el índice de satisfacción personal, que aúna las valoraciones tanto de la situación laboral, como de estudios, tiempo libre, amistades, familia y salud, ronda el notable, con 74 puntos sobre 100. Si bien, en 2020 se ha registrado la puntación más baja de la serie, con cuatro puntos menos que el año anterior (78), influenciada, principalmente, por el impacto que la pandemia y las restricciones han tenido en sus relaciones sentimentales y/o sexuales.

El otro indicador con el peor resultado del histórico es el relativo a la confianza en el futuro. Cuestionada sobre las expectativas personales, de su colectivo y de Euskadi para el próximo lustro, la juventud vasca concede un aprobado, con 63 sobre 100.

Valores en la media

En el mundo laboral, la encuesta refleja que la esperanza de encontrar un empleo relacionado con los estudios ha aumentado ligeramente entre el alumnado, reflejando un porcentaje del 76%, el más alto de la serie desde su inicio y repitiendo el valor de 2018.

En lo que respecta al empleo, y aun empeorando las cifras de 2019, se mantiene un nivel superior al reflejado en 2013, cuando azotaba la crisis financiera. Así, la percepción del riesgo de pérdida o de precarización de empleo entre la juventud trabajadora ha aumentado con respecto al año anterior pasando del 34% de 2019 al 48% de 2020. En ello han tenido mucha incidencia los ERTE, cierres de empresa o ceses de actividad que ha ocasionado la pandemia de la Covid19. Este valor se sitúa en los niveles de 2014 (47%), aunque sigue estando casi diez puntos por debajo del registrado en 2013 (57%).

Por su parte, entre quienes están en paro, la expectativa de encontrar empleo ha roto la tendencia al alza que venía mostrando en los últimos años con un 64% de personas paradas que creen que encontrarán empleo en el plazo de un año. Este valor retrocede enteros con respecto a otros años, aunque continúa por encima del registrado en 2013 (54%).

La expectativa de emigración forzosa al extranjero para trabajar de este colectivo es de un 10%, lo que significa que una de cada diez personas residentes en Euskadi de entre 15 y 29 años cree que en el futuro se verá obligada a ir a trabajar al extranjero, sin desearlo. En la comparativa, este valor es menor al registrado en otros ejercicios como 2017 (11%), 2014 (14%) y 2013 (16%).

En general, las personas jóvenes de Euskadi confían en las capacidades de la juventud y el índice de confianza en las mismas es de 67 sobre 100; un porcentaje que apenas ha variado respecto a 2019 o a 2013, ambos con un 66%.

El índice de valoración del momento presente, que no solo tiene en cuenta la situación personal sino también la de la gente joven en general o la situación de Euskadi en su conjunto, es de 64 sobre 100, retrocediendo a niveles de 2014 (62) y 2013 (60).

En cuanto a la expectativa de emancipación truncada, por querer independizarse del hogar familiar y no poder hacerlo, ésta presenta una de las cifras más bajas de la serie (41%) y apenas ha variado respecto a 2019, cuando era del 40%.

Informe

El informe Aurrera Begira 2020. Indicadores de expectativas juveniles es una investigación que anualmente realiza el Observatorio Vasco de la Juventud con el objetivo de conocer cómo percibe la juventud vasca el presente y cuáles son sus expectativas de futuro en el corto plazo. Es el octavo año consecutivo en el que se realiza este estudio.

Para ello se presenta la evolución de 10 indicadores que inciden de forma especial en la situación del empleo y la emancipación: índice de valoración del momento presente; índice de satisfacción personal; balance de aspectos vitales; riesgo de pérdida o precarización del empleo; expectativa de empleo; expectativa de empleo encajado; expectativa de emigración forzosa; expectativa de emancipación truncada; índice de confianza en las capacidades de la juventud; e índice de confianza en el futuro.

Este estudio se basa en una encuesta online a una muestra representativa de la juventud vasca compuesta por 6.341 personas de entre 15 y 29 años. La recogida de información tuvo lugar entre noviembre y diciembre de 2020.