- El Jurado reconoce su trayectoria de más de 35 años realizando acciones para mejorar la calidad de vida de este colectivo de mujeres
- Valora que se les ofrezca herramientas para impulsar su autonomía, sus derechos, su empoderamiento y su inserción socio-laboral
El Lehendakari Iñigo Urkullu –acompañado por la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, y la directora de Emakunde, Izaskun Landaida –ha hecho entrega esta mañana del Premio Emakunde a la Igualdad a la asociación Askabide, una entidad sin ánimo de lucro que desde 1985 trabaja por mejorar la situación en la que se encuentran las mujeres en contextos de prostitución en Euskadi o en situación de exclusión social. El Jurado ha otorgado este premio por unanimidad poniendo en valor la trayectoria de Askabide para mejorar la calidad de vida de este colectivo de mujeres.
El lehendakari ha destacado que el reconocimiento a Askabide es extensible, también “la aportación de tantas asociaciones y entidades sociales de nuestro país que están cerca de las personas en situaciones de exclusión, un país que trata de no dejar a nadie atrás, especialmente a las personas que peor lo están pasando”. En palabras del lehendakari, “Askabide ha estado y está cerca para proporcionar a estas mujeres ayuda y apoyo para su inserción en la sociedad, alternativas para su inserción socio-laboral, ofreciéndoles la herramienta del empoderamiento para avanzar hacia su autonomía y sus derechos”.
La consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, Beatriz Artolazabal, por su parte, ha subrayado que Askabide “es un ejemplo del papel decisivo de las asociaciones del tercer sector que demuestran con hechos su compromiso contra la exclusión social, dando respuesta a las necesidades más urgentes y básicas de las personas, y ha destacado que “complementan el trabajo que hacemos desde las instituciones con las personas en situación de mayor vulnerabilidad”. La consejera ha asegurado sentirse orgullosa del trabajo colaborativo que ha desarrollado el Gobierno junto al Tercer Sector Social, que ha calificado como “una labor de conjunto”.
Por su parte, la directora de Emakunde, Izaskun Landaida, ha asegurado que “Askabide recibe el Premio Emakunde “especialmente porque trabaja con una premisa principal de actuación: el empoderamiento de las mujeres. Un empoderamiento entendido como un instrumento indispensable para buscar una salida a las situaciones de exclusión social en las que viven la gran mayoría de ellas”. La directora de Emakunde ha destacado que “Askabide trabaja para generar procesos de empoderamiento individuales y colectivos, que permitan una autonomía de las mujeres en el acceso a los distintos recursos y en la búsqueda de una salida de las situaciones de exclusión social en las que pueden estar de forma continuada”. Landaida ha destacado, asimismo, la intervención prioritaria de Askabide ante las diferentes expresiones de violencia que sufren las mujeres en contextos de prostitución y de exclusión social, junto su labor en el ámbito de la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual.
Por su parte, Miriam Santorcuato, presidenta de Askabide, ha señalado que “recibir el premio Emakunde, pone en valor algo que en Askabide forma parte de nuestro ADN, que es nuestro principal pilar sobre el que se fundamenta nuestro trabajo: la justicia social”. En su discurso ha subrayado que en Askabide trabajan “en el desarrollo de medidas y acciones que contribuyan a la eliminación de factores y condiciones que generen situaciones de desigualdad entre hombres y mujeres, poniendo un especial acento en la prevención de la violencia que sufren las mujeres que ejercen la prostitución”. En palabras de Santorcuato, “la misión y la razón de ser de Askabide es identificar, atender, dar respuesta y mejorar la situación de las mujeres que ejercen la prostitución, que pertenecen a un colectivo con un alto nivel de desprotección y una situación de exclusión extrema”.
Desde los años 80
Askabide tiene un amplio recorrido que comenzó en los años 80 en Bilbao, por la inquietud de un grupo de personas voluntarias ante la realidad de la prostitución en algunos barrios, una situación agravada en aquella época debido a la escasez de cobertura social para este colectivo de mujeres, así como por la aparición de la enfermedad del SIDA.
Desde entonces, se han desarrollado numerosas acciones y proyectos que han supuesto la mejora de aspectos significativos en la calidad de vida de mujeres que provienen del entorno de la prostitución en Euskadi. El compromiso con el principio de igualdad y el trabajo desde una perspectiva de género ha tenido un fuerte arraigo en Askabide, que emplea la información como instrumento de una intervención encaminada a fomentar la autonomía, la igualdad y el empoderamiento de las mujeres.