- Publicado el informe: “Estado del Medio Ambiente en Euskadi 2020”, que analiza 11 vectores
- Se detecta una buena evolución en los datos de agua, aire, ruido, recursos materiales, suelo, economía, ciudadanía, y medio ambiente local; mientras que se necesita mejorar la tendencia en biodiversidad, en residuos y en cambio climático
- El informe forma parte del proceso de elaboración del próximo Programa Marco Ambiental 2030 de Euskadi, que establecerá las prioridades del Gobierno Vasco en materia de medio ambiente
Euskadi monitoriza desde 2002 las distintas variables que marcan el estado de su medio ambiente, y el último examen, realizado en 2020, dictamina que evoluciona de forma favorable en su conjunto. Así se recoge en el estudio “Estado del Medio Ambiente en Euskadi 2020”, cuyas principales conclusiones ha dado a conocer hoy la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, en el Consejo de Gobierno que se ha celebrado en Ekoetxea Urdaibai, con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente (5 de junio).
El estudio analiza 11 vectores: agua, aire, cambio climático, ruido, biodiversidad, recursos materiales, residuos, suelo, economía y medio ambiente, ciudadanía y medio ambiente, y medio ambiente local. En general, se aprecia una progresión positiva, si bien es cierto que, en tres de ellos se necesita mejorar la tendencia, en concreto, en biodiversidad, en residuos y en cambio climático.
El informe adquiere especial relevancia en el momento actual, ya que está en proceso de elaboración el V Programa Marco Ambiental. Este programa establecerá las prioridades del Gobierno Vasco en materia de medio ambiente y tendrá como eje vertebrador el Pacto Verde Europeo, cuyo espíritu se ha trasladado al contexto vasco bajo el nombre de Basque Green Deal.
El Programa Marco Ambiental marcará la hoja de ruta para garantizar la transformación de los retos climáticos y medioambientales en oportunidades que aseguren una transición justa e integradora.
En esta línea, a la elaboración del V Programa Marco Ambiental se suma el anteproyecto de Ley de Transición Energética y Cambio Climático, que también se encuentra en trámite, y que completará así un marco normativo y de planificación que sitúa a Euskadi en la vanguardia de la ambición climática, junto a las regiones y países más avanzados del mundo en esta materia.
Programación especial
El Día Mundial del Medio Ambiente, celebrado anualmente el 5 de junio, es una de las citas principales de las Naciones Unidas para impulsar la sensibilización y acción por el medio ambiente en todo el mundo; un día para actuar por el planeta, al que el Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente se suma, un año más, organizando una programación especial de eventos y jornadas a través de su sociedad pública Ihobe:
El 7 de junio, lunes, tendrá lugar una jornada en la que se presentará al sector ambiental el informe sobre el Estado Mundial del Medio Ambiente en Euskadi y se avanzarán las líneas del nuevo Programa Marco Ambiental.
- El 8 de junio, martes, se cambia el foco para hablar de costa vasca y se presentará un diagnóstico elaborado por el Gobierno Vasco sobre la situación del medio marino.
- El 11 de junio, viernes, tendrá lugar una jornada de debate sobre usos del suelo con agentes locales y se presentará la Alianza Mundial por el Suelo, impulsada por la FAO. Esta jornada se enmarca en la programación oficial de la European Green Week, la Semana Verde Europea, que este año lleva por lema “Contaminación Cero”.
Todas estas jornadas serán gratuitas y en formato webinar, a través de la plataforma Zoom, previa inscripción en la página web de Ihobe (www.ihobe.eus).
ESTADO DEL MEDIO AMBIENTE EN EUSKADI 2020 – Resumen por vectores
Tendencia positiva
Los distintos indicadores analizados en el informe “Estado del Medio Ambiente en Euskadi 2020” concluyen que la tendencia es positiva en la mayoría de los ámbitos: agua, aire, ruido, recursos materiales, suelo, economía y medio ambiente, ciudadanía y medio ambiente y medio ambiente local. Sin embargo, en cambio climático, en biodiversidad y en residuos se advierte un margen de mejora.
El estudio también pone de relieve las perspectivas para 2030.
AGUA |
El estado de las aguas subterráneas, de baño y de consumo en Euskadi es bueno. Además, el de las aguas superficiales mejora: el porcentaje de las que tienen un estado global bueno pasa del 34% de 2012 al 52% de 2019. El estado global es bueno en el 92% de las masas de Euskadi.
El 85% de las zonas de baño vascas obtuvieron la calidad de agua excelente en 2018, con una tasa semejante a la media de la UE. Las zonas de baño con calidad suficiente o insuficiente se han reducido del 47% de 2000 al 2%.
Según datos de 2019, el consumo de agua asciende a 81,4 m3 per cápita, y la población vasca con agua de calidad buena se cifra en un 98%.
Para 2030 se fija como reto, entre otros, la reducción de las presiones que la sociedad ejerce sobre el agua, además de aumentar la superficie de las llanuras de inundación y los humedales naturales, y fomentar métodos alternativos de protección contra inundaciones.
AIRE |
Euskadi muestra un descenso de emisiones contaminantes y un aumento de la calidad del aire. Hay un descenso significativo de las emisiones de contaminantes atmosféricos: las partículas inferiores de 2,5 micras experimentan un descenso continuado desde el máximo de 2006, lo que hace que se sitúen en niveles equiparables a 1990. La concentración media anual de partículas PM10 en Euskadi muestra un descenso del 59% durante el periodo 2003-2019 y se sitúa por debajo del objetivo fijado por la Directiva Europea sobre calidad del aire.
La concentración de ozono se mantiene por debajo de los niveles de la UE28 y del Estado, aunque se ha incrementado durante el periodo 2011-2019.
El 91% de los días presentaron una calidad buena o muy buena del aire, el 6,3% calidad mejorable, y el 2,3% restante entre mala y muy mala (8 días al año). Representa una clara mejoría respecto a 2005.
Entre los retos para 2030, se marca conseguir un transporte menos contaminante y mejorar el grado de conocimiento del impacto de las sustancias químicas en la salud.
CAMBIO CLIMÁTICO |
Si bien la cuota de energías renovables se ha incrementado, las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) se han estabilizado y el transporte vasco sigue con unas altas emisiones. El transporte fue en 2019 el único sector vasco con un incremento de emisiones de GEI respecto a 2005 (+12,5%). Como dato positivo, cabe señalar que, según se recoge en el Inventario de GEI de 2019, el transporte ha iniciado un cambio de tendencia los dos últimos años con una bajada de sus emisiones, por primera vez en una década (-1,3% el ejercicio anterior y -0,6% en 2019).
Desde el año 2005 la economía vasca ha crecido un 20% mientras que las emisiones se han reducido en un 27%. Por tanto, es posible crecer y reducir las emisiones de GEI.
Para 2030, existen retos de calado como revertir la tendencia en el transporte, reducir el consumo de energía mediante mejoras de la eficiencia, continuar con el despliegue de las fuentes de energía renovable, adaptar el parque inmobiliario al cambio climático y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 45% (base 2005).
RUIDO |
A pesar de que en Euskadi la población expuesta a ruido ambiental es inferior a la tasa europea, el ruido en las tres capitales sigue siendo alto. La población expuesta a niveles de ruido ambiental excesivo asciende al 17% durante todo el día y al 19% durante la noche. Casi el 60% sufre niveles de ruido superiores a los 55db, límite que marca la legislación europea como nivel máximo para el ruido procedente del tráfico rodado.
Para 2030, se busca un seguimiento exhaustivo al ruido por su impacto en la salud.
BIODIVERSIDAD |
Euskadi, por lo general, muestra un estado de conservación de hábitats y de especies de interés comunitario mejorable, aunque su evolución en el último periodo analizado 2013-2018 es ligeramente favorable.
El 69% de hábitats de interés comunitario muestra un estado de conservación desfavorable. Los que peor estado presentan son los ecosistemas dunares, los costeros, los de lagos y lagunas, y los bosques.
La nutria es la única especie de interés comunitario que ha mejorado su estado de conservación, mientras que el desmán de los Pirineos y el visón europeo muestran un estado de conservación desfavorable-malo. Las especies avícolas de medios agrícolas muestran en 2019 un declive poblacional respecto a datos de 1998, pero las aves de zonas forestales y zonas urbanas sí han incrementado sus poblaciones.
Prados y bosques autóctonos han incrementado su conectividad y el Gobierno Vasco y las diputaciones han invertido más de 13 millones al año en conservación y gestión de espacios Red Natura 2000.
Para 2030, los retos son ampliar las zonas protegidas hasta el 30% del territorio, restaurar ecosistemas degradados, extender la agricultura ecológica, detener e invertir la disminución de polinizadores, y reducir el uso y la nocividad de los plaguicidas, además de incrementar la biodiversidad de los espacios urbanos y periurbanos.
RECURSOS MATERIALES |
La reducción del consumo doméstico de materiales en Euskadi (un 21% entre 2000 y 2017) invita a creer que es posible un nuevo modelo de producción y consumo más sostenible y eficiente en el aprovechamiento de los recursos. Desde 2005, en Euskadi, la extracción doméstica se ha reducido a la mitad: desde las 10,2 toneladas per cápita de 2005 hasta las 5,5 de 2017. Además, ha mejorado la Productividad Material (relación entre PIB y consumo doméstico de materiales). Sin embargo, en los últimos dos años se observa una tendencia descendente.
Para 2030, los retos son aumentar en un 30% la Productividad Material respecto a 2016, desarrollar productos ecodiseñados que requieran menos recursos materiales en su producción y aprovechar mejor los recursos en el sector de la construcción, además de actuar en toda la cadena de valor agroalimentaria.
RESIDUOS |
En Euskadi se han estabilizado tanto la generación de residuos como la tasa de reciclaje. El desacoplamiento relativo entre la generación de residuos y el PIB en Euskadi, síntoma de una mayor ‘ecoeficiencia’ de la actividad económica, se traduce en un descenso de los residuos generados por unidad de PIB y se cifra en 64 kg de residuos por mil euros de PIB. La tasa de generación de residuos alimentarios per cápita es un 13% superior a la registrada en 2014.
En Euskadi el reciclaje de todos los residuos derivados tanto de la producción como del consumo, excluidos los principales residuos mineros, alcanza el 52%, tasa algo inferior al 57% del conjunto de la UE.
Para 2030, la perspectiva se basa en aumentar un 30% la tasa de uso de material circular respecto a 2016; y reducir en un 30% la tasa de generación de residuos por unidad de PIB respecto a 2016. También se promocionará un mercado de materias primas secundarias, se impulsará la economía circular y se establecerá el ‘derecho a reparar’ de los consumidores.
SUELO |
La superficie total de emplazamientos potencialmente contaminados investigados se ha reducido un 64% respecto a 2010. Se han recuperado un total de 1.031 emplazamientos desde 2000, lo que equivale a una superficie recuperada acumulada de 1.157 hectáreas.
Euskadi aprobará próximamente la Estrategia de Protección del Suelo 2030, que planteará medidas para incrementar el conocimiento sobre el estado de conservación y la evolución de la salud de los suelos, promoverá la gestión sostenible del suelo; y aumentará la sensibilización, educación y formación para la conservación y el uso sostenible del suelo. También se potenciarán los servicios de los ecosistemas o la aplicación de soluciones basadas en la naturaleza.
ECONOMÍA Y MEDIO AMBIENTE |
Euskadi presenta un notable desacoplamiento entre el PIB y los principales indicadores ambientales: si para el periodo 2000-2018 el PIB aumentó un 38%, variables ambientales como la emisión de partículas PM10 o los residuos urbanos en vertedero se han reducido un 31% y un 53%.
Más del 80% de los 181,6 millones de euros destinados al medio ambiente por el Gobierno Vasco y las diputaciones fueron dirigidos a proyectos relacionados con el agua y los residuos.
A pesar del aumento del 19% respecto a 2014, en Euskadi los 1.256 millones de euros recaudados en 2018 a través de impuestos ambientales representan el 1,6% respecto al PIB, cifra inferior al 2,4% de la UE28.
Para 2030, se apuesta por modelos económicos sostenibles que sigan teniendo en cuenta la variable medioambiental, por establecer la sostenibilidad como una palanca de desarrollo económico, y por impulsar el crecimiento económico con reformas fiscales.
CIUDADANÍA Y MEDIO AMBIENTE |
La ciudadanía vasca percibe la protección del medio ambiente como algo muy importante y cada vez tiene mayor acceso a educación ambiental de calidad.
El 89% de la ciudadanía vasca está de acuerdo con que la reducción del nivel de consumo contribuiría a evitar el deterioro del medio ambiente.
El curso 2020-21 muestra la estabilización del número de centros escolares (443) y alumnado (187.000) adscrito a Agenda Escolar 2030, así como los centros con certificado de ‘Escuela hacia la Sostenibilidad’ (108 este curso).
Las 100.989 visitas recibidas por los 4 centros de la Red Ekoetxea en 2019 suponen un incremento del 140% respecto a 2008. La Ekoetxea Urdaibai aparece con 66.989 visitantes en 2019 como el centro más visitado.
Para 2030, desde el Gobierno Vasco se apuesta por diálogo social y atención constante a las preocupaciones e inquietudes ambientales de la sociedad, además de ofrecer soluciones a los colectivos afectados por actuaciones de mejora ambiental. También se promoverán metodologías innovadoras e integradoras en el ámbito educativo.
MEDIO AMBIENTE LOCAL |
La Red Vasca de Municipios Sostenibles-Udalsarea 2030 se compone de 190 municipios (el 76% del total) que abarcan al 98% de la población vasca. Parte de ellos están adheridos a iniciativas de cambio climático y energía de ámbito internacional (21 forman parte del Pacto de las Alcaldías para el Clima y la Energía, el mayor movimiento mundial en este ámbito).
La contribución de estos municipios a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas alcanza un valor promedio de 7,2 sobre 10. Entre ellos, el ODS 12 (Producción y consumo responsable), con un 8,3 sobre 10, muestra el índice de contribución más elevado.
Para 2030, se mantendrá el esfuerzo realizado para tener pueblos y ciudades gestionadas de manera sostenible y que se amplíe el número de ayuntamientos integrantes de la Red Udalsarea 2030. El nuevo Plan Estratégico de la red actuará como palanca para nuevos retos alineados con los ODS y las nuevas metas comunitarias en materia de cambio climático. Y se espera aumentar el número de municipios vascos adheridos al Pacto de las Alcaldías para el Clima y la Energía.