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El Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco inicia una consulta pública para profundizar en los contenidos que debe incluir.
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El 14 de junio comienzan una serie de talleres con agentes institucionales, económicos y sociales.
El Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco abre el proceso de contraste del documento base para la elaboración de la futura Ley de Transición Energética y Cambio Climático con la realización de una serie de talleres con agentes institucionales, económicos y sociales.
Este documento base contextualiza la necesidad y oportunidad de esta Ley y sus principales objetivos. En este incipiente proceso participativo se quiere someter el documento a una primera consulta pública para profundizar en los contenidos que debe incluir. La participación se extenderá a lo largo de las diversas fases de elaboración y aprobación.
Desde el 1 de junio está abierto un canal para la participación ciudadana a través de la plataforma Irekia (www.irekia.eus) con el fin de recabar aportaciones al proceso. Además, entre los días 14 y 18 de junio, se celebrará una serie de talleres con agentes institucionales, económicos y sociales (entidades locales, diputaciones forales, departamentos del Gobierno Vasco, entidades representativas de la juventud, asociaciones empresariales, clústeres, centros tecnológicos, colegios profesionales, entidades sociales y empresas del sector energético vasco).
En los talleres se abordarán los retos fundamentales que deben regularse mediante esta Ley, la contribución de los diferentes agentes, los sectores que deben traccionar hacia la neutralidad climática y resiliencia del territorio, así como los instrumentos con que debe contar para poder lograr sus objetivos.
Mitigar y adaptarse al cambio climático
La Ley de Transición Energética y Cambio Climático será fundamental para seguir profundizando en el compromiso de Euskadi con un desarrollo humano sostenible. Frente al reto global del cambio climático, las regiones son fundamentales en términos de medidas de mitigación y adaptación, necesarias para alcanzar la neutralidad climática para el año 2050 y la resiliencia del territorio. En este sentido, la futura Ley permitirá adaptar de forma eficiente a la realidad de Euskadi, tanto el marco normativo y legislativo internacional y estatal, como las estrategias e instrumentos que pueden utilizarse para realizar de la forma más adecuada y justa la transición a un territorio resiliente y neutro en emisiones.
El consumo energético es responsable actualmente de la mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero que son la principal causa del calentamiento global. Por ello, las actuaciones en el ámbito de la energía deben ocupar un papel central en la estrategia hacia la progresiva descarbonización de la economía. Y de ahí que la futura ley aúne estos dos aspectos: abordar el cambio climático y transitar hacia un nuevo modelo energético.
Trabajar para lograr un territorio mejor preparado frente a los efectos del clima es el otro gran objetivo de la futura Ley de Transición Energética y Cambio Climático de Euskadi. El Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas ya ha advertido en sus últimos informes de las consecuencias globales que tendrá un aumento de la temperatura por encima de los 2ºC: sequías, contaminación del aire, escasez de alimentos y de agua, pérdida de biodiversidad, freno a la economía y aumento de las personas desplazadas y de los conflictos violentos son algunos de los impactos negativos más destacados.
En Euskadi, los principales cambios esperados tienen que ver con un aumento generalizado de las temperaturas, especialmente en zonas de interior; descenso de las precipitaciones, que serán más intensas seguidas de largos periodos de sequía; así como calentamiento del agua y ascenso del nivel del mar.
Dado lo crucial de esta Ley, desde el Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco se quiere lograr un contenido que surja de un ambicioso proceso de participación ciudadana y en el que los agentes sociales sean clave en la co-creación y concertación de los objetivos a conseguir. Para ello se pone en marcha un proceso que pretende aprovechar toda la inteligencia colectiva de la sociedad vasca y alcanzar el máximo consenso posible.