Esta enfermedad es la segunda causa de discapacidad adquirida en personas jóvenes, después de los accidentes de tráfico.
La esclerosis múltiple, o EM, es una enfermedad que afecta al cerebro, la médula espinal (sistema nervioso central) y los nervios ópticos de los ojos. Produce problemas de coordinación y equilibrio, visión, control de los músculos y otras funciones corporales básicas.
En Europa, cerca de 700.000 personas padecen EM. En España, los estudios epidemiológicos indican que hay entre 40 y 60 casos de EM por cada 100.000 habitantes. Concretamente, 47.000 personas viven con esta enfermedad y cada año se diagnostican 1.800 nuevos casos de esclerosis, según los datos compartidos por la Sociedad Española de Neurología (SEN).
En comparación con otros países, la región española se sitúa en una zona de riesgo “moderadamente elevado” respecto a las posibilidades de sufrir esta afección. Aunque la EM puede presentarse a cualquier edad, el 70 % de los nuevos diagnósticos se dan a partir de los 20 y 40 años.
Las causas exactas de la esclerosis múltiple se desconocen, pero las investigaciones observacionales indican que factores como la deficiencia de vitamina D y el consumo de tabaco influyen directamente sobre esta enfermedad.
La vitamina D cumple funciones esqueléticas y no esqueléticas, incluidas las funciones inmunitarias. Sus principales fuentes son la exposición a la luz solar, la dieta y los suplementos. Pero la dieta es considerada como una fuente ‘pobre’ porque solo proporciona 40-1000 unidades internacionales (UI) por ración de comida.
En ese caso, la suplementación cumple un factor determinante para disminuir la frecuencia y severidad de los síntomas de la EM. En la opinión de Gerardo Quiroz de GUIADESUPLEMENTOS, “la dosis recomendada para adultos de hasta 70 años es de 600 UI. La proporción aumenta a 800 UI diarias en personas de 71 años o más. En el caso de mujeres gestantes o en periodo de lactancia es de 600 UI por día. Por otra parte, es importante evitar el consumo de más de 4 000 UI al día, ya que puede provocar toxicidad”.
Los síntomas varían desde leves, como la sed, falta de apetito y debilidad, hasta graves, que incluyen vómitos, estreñimiento, pérdida de peso y convulsiones. Otro efecto adverso es la acumulación de calcio en la sangre (hipercalcemia), que podría ocasionar cálculos renales.
Respecto al tabaquismo, los estudios han demostrado que los fumadores y las personas con exposición pasiva al humo padecen más enfermedades autoinmunes y la EM es una de ellas. Los fumadores están habituados a los efectos irritantes de las toxinas del humo y esto repercute directamente sobre su calidad de vida, ya que existe mayor probabilidad de sufrir fracturas de huesos.
Esto es realmente preocupante, ya que el 22 % de la población española afirma fumar a diario. El 33 % de las chicas y el 29 % de los chicos de entre 14 y 18 años son fumadores activos.