Planificación Territorial abre a exposición pública el nuevo PTS del Litoral, el primero que incorpora los efectos del cambio climático en la costa de Euskadi

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PRUEBA
  • El Gobierno Vasco presenta esta semana a diputaciones y ayuntamientos el avance del Plan Territorial Sectorial del Litoral, que afecta a 63 municipios vascos y al 58% de la población de Euskadi
  • La nueva normativa busca impulsar la resiliencia ante el cambio climático tomando como referencia el peor escenario posible a 2100, con un incremento de la pleamar máxima de 80 centímetros

 

Los diversos escenarios ante el cambio climático obligan a adaptar la costa vasca, y los pueblos y ciudades situados en ella, al aumento del nivel del mar. El Departamento de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes del Gobierno Vasco ha presentado este miércoles en Tabakalera el avance de la revisión y adaptación del Plan Territorial Sectorial de Protección y Ordenación del Litoral de la CAPV al reto del cambio climático a los ayuntamientos y la Diputación de Gipuzkoa, un documento que presentará también este jueves en el Bizkaia Aretoa de Bilbao a las instituciones vizcaínas. El PTS del Litoral es el documento marco en el que trabaja el Ejecutivo autonómico para establecer cómo adaptar las ciudades ante el cambio climático y ante las previsiones de incremento del nivel del mar.

En total, el PTS del Litoral influye en 63 municipios que suponen el 15,4% de la superficie de Euskadi, y el 58% de la población vasca, 1.293.000 habitantes. En esta franja se encuentran el 48,6% de las viviendas de la comunidad autónoma y dos de cada cinco actividades económicas, entre otros. La costa de Euskadi abarca desde la Bahía de Txingudi hasta la punta de Kobaron, con un total de 275,5 kilómetros, de los que el 81% son zonas rocosas o acantilados, el 1% rías o estuarios, el 8% playas y el 10% restante infraestructuras (sobre todo puertos). El PTS incluye también a aquellos municipios a los que llegan las mareas, cuyos efectos pueden prolongarse hasta puntos como el centro de Bilbao o Astigarraga, por los cauces fluviales y estuarios.

El viceconsejero de Planificación Territorial y Agenda Urbana, Miguel de los Toyos, ha afirmado que “han pasado más de 20 años desde que se inició la redacción del PTS del Litoral vigente, y en este tiempo ha surgido la necesidad imperiosa de responder ante el cambio climático; hoy somos capaces de esbozar escenarios y de prepararnos para el futuro con el fin de que nuestras ciudades y nuestros pueblos en la costa sean habitables, seguros y sostenibles”. 

El futuro PTS del Litoral, que se abre ahora a exposición pública, aporta criterios, directrices y normas básicas para que los ayuntamientos adapten su planeamiento urbanístico. El estudio comprende una franja de tierra de 500 metros desde la línea de afección de las mareas y, aguas adentro, una zona marítima hasta una profundidad de 50 metros. En él se analizan los riesgos derivados del cambio climático y las medidas de adaptación y a adoptar en el litoral vasco a través de mapas en los que se muestran los impactos en los diferentes escenarios. Y es que el litoral se enfrenta a la pérdida de superficie de playas, dunas y marismas por la subida del nivel del mar, el principal riesgo del cambio climático en este punto de Euskadi –pese a otros efectos, como el incremento de la temperatura en 3,1 grados para 2100 o el aumento de la intensidad de la lluvia un 10-15%-, así como al incremento de las probabilidades de inundación en zonas urbanas o urbanizables.

Tres escenarios

El avance toma como referencia dos años, el 2045 y el 2100, con una hipótesis para el primero en la que el nivel del mar se incrementará en 17 centímetros y dos alternativas en el segundo. Para 2100 se esbozan dos escenarios: uno de emisiones de gases de efecto invernadero en el que se adopten las medidas recogidas en los Acuerdos de París para mitigar el cambio climático, que supondría un incremento del nivel del mar de 53 centímetros como resultado, y otro en el que se mantiene inalterable la tendencia actual, sin medidas paliativas, lo que supondría un aumento del nivel del mar de 80 centímetros. Es este último escenario de 2100, el que marca la tendencia actual, el que se toma como referencia para elaborar el PTS del Litoral.

El documento presentado hoy recoge que las mareas vivas astronómicas –dos pleamares diarias fruto de la relación entre la tierra, la luna y el sol, al margen de las condiciones meteorológicas- son de 2,69 metros en la actualidad en Euskadi, un máximo que se alcanza cada 18-19 años. En 2100, atendiendo al escenario más extremo, estas alcanzarán los 3,49 metros. Las pleamares meteorológicas, que se suman a las mareas astronómicas y son influidas por el viento y los temporales, se encuentran hoy en 2,91 metros y en 2100 subirán a 3,71 metros, y la frecuencia en la que se llegará a ese nivel máximo será muy superior a la que se produce en la actualidad.

El avance del PTS establece por este motivo que los nuevos desarrollos residenciales o industriales se sitúen en zonas no inundables teniendo como referencia el peor escenario a 2100. También indica que las actuaciones de regeneración urbana en la ciudad consolidada se realicen por encima de la cota inundable por la máxima marea. Asimismo, esboza soluciones que pasan por impulsar los drenajes sostenibles -cubiertas verdes, jardines de agua, pavimentos porosos, etc.-, así como sistemas de bombeo y de protección ante inundaciones, como compuertas o muros que incrementen su altura para dar cobertura al aumento del nivel del mar. De las 10.504 hectáreas de suelo residencial afectadas por este estudio, 118,7 son inundables hoy y 290 lo serán en 2100 si no se adoptan medidas de mitigación y adaptación al cambio climático: un incremento del 144,3% sobre la actualidad. Asimismo, el documento insiste en el mantenimiento natural del litoral, impidiendo o limitando el desarrollo urbano en algunas zonas y permitiendo la recuperación ambiental de otras.

El plan recoge la situación actual de muchos núcleos urbanos, en los que la subida del nivel del mar ya produce inundaciones, para los que se plantea su gestión mediante sistemas de bombeo que mitiguen los efectos del fenómeno. Los mapas del plan recogen el agravamiento que se dará con el cambio climático, en lugares que van desde el Bilbao Metropolitano como las áreas de Getxo, Erandio, Trapagarán, Bakio y Bilbao, hasta Zumaia, Zarautz, Irún u Hondarribia 

En cuanto al oleaje, un fenómeno que se añade a los dos tipos de mareas, la probabilidad actual de superar la cota de inundabilidad está situada hoy en día en el 4%, 15 días al año que aumentarán a 33 en 2045 y que se estima puedan llegar a 197 días (54%) en el peor escenario de 2100. Hoy en día están expuestos al impacto por ola 19,5 kilómetros de costa y en el escenario más extremo de 2100 serán 23,18 kilómetros, un incremento del 18,7%, algo especialmente acusado en Donostialdea (Ondarreta y Zurriola) y Urola Kosta (Zarautz y Zumaia).

Atendiendo a esos futuros escenarios, el avance del PTS del Litoral indica que, de las 143 hectáreas de playas, hoy en día 64,8 son inundables por las mareas, en 2045 se inundarán 69,6 y en 2100, en el peor escenario posible, se inundarían 91,4 hectáreas, un 40% más que en la actualidad, con un mayor impacto en playas como las de Hondarribia y Ondarreta y la desaparición de algunas de las que salpican la costa vasca. La superficie de playa seca, es decir la que no se inunda nunca, pasará de las 78 hectáreas actuales a las 51,6, una pérdida del 34% que en el caso de La Concha, Zumaia, Lekeitio, Ea o Aia es superior al 70%. Urola Kosta es una de las comarcas más castigadas, los municipios de Orio y especialmente Zumaia, por su problemática de inundabilidad en zonas residenciales y con actividades económicas.

Asimismo, el PTS del Litoral se fija en los efectos sobre las dunas y marismas, especialmente sensibles al cambio climático. El pronóstico es que de las 315 hectáreas de marismas, tan solo quedarán el 25% de las actuales en 2100 atendiendo al peor escenario posible. Destacan las afecciones a las de Urdaibai, Butroe, Orio y Txingudi.

Proceso participativo

Con los encuentros de esta semana, se abre el proceso de exposición pública que se prolongará hasta final de año y en los que la viceconsejería de Planificación Territorial y Agenda Urbana recabará las alegaciones de las instituciones pero también de asociaciones territoriales, ONG, y otras entidades y organismos interesados y afectados. Su aprobación inicial está prevista para verano de 2022 y la definitiva para verano de 2023.

El trabajo que se realiza ahora supone actualizar el PTS del Litoral en vigor, de 2007, para adaptarlo a nuevas normas y visiones, como las Directrices de Ordenación del Territorio (DOT) aprobadas en 2019. Su fin último, al incorporar la variable del cambio climático por primera vez, es anticipar los riesgos y cumplir con la Agenda Urbana Bultzatu 2050 que, en desarrollo de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, apuesta por ciudades habitables, más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles.