La Vicelehendakari destaca la recuperación sostenida y constante en el empleo y el dato del mejor septiembre en quince años

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El mes de septiembre nos deja 2.768 personas desempleadas menos que en agosto. Es la mayor bajada de paro en este mes en los últimos quince años. Y lo que es un dato mejor aún. El desempleo baja en todos los sectores, en todos los territorios, en hombres y mujeres y en casi todas las franjas de edad.  Sólo sube entre los menores de 25 años, y sin experiencia laboral previa, un dato habitual que se repite todos los septiembres porque son los jóvenes que finalizan sus estudios y, tras el verano, se incorporan como demandantes de empleo.

Por tanto, estamos ya afrontando una nueva etapa. Todavía hay 119.492 personas que buscan empleo y no lo encuentran, y todavía son 2.200 más que antes de la pandemia.

Pero son casi 27.000 personas desempleadas menos que hace un año. Hemos recuperado el 92% del empleo destruido en esta crisis. Y el acusado descenso de este mes, el mayor en septiembre en quince años, tras dieciocho meses de resistencia conjunta de empresas, personas trabajadoras y Gobiernos, nos refleja ya un horizonte de nuevas oportunidades para que el empleo que seguiremos creando sea, además, de calidad, inclusivo e igualitario. El nuevo escenario para el que nos hemos estado preparando desde el Departamento y para el que contamos con el resto del Gobierno y de todos los agentes sociales.

El factor principal para esta recuperación ha sido la campaña de vacunación. Esta vuelta al curso ordinario, con esa protección extendida, ha permitido recuperar la actividad laboral presencial de forma masiva y, asociado a ello, la actividad de sectores como el de comidas y bebidas muy ligados a la atención de centros escolares y de las personas trabajadoras que comen fuera de casa. También el ocio ha ido ocupando espacio, aunque todavía este septiembre ha vivido restricciones importantes, y están a la espera de la decisión que adopte mañana al LABI, que puede darles un nuevo impulso si las valoraciones científicas permiten normalizar su situación.

Este mes de septiembre ha tenido un comportamiento similar al de otros años no condicionados por crisis.  El mayor descenso del paro se ha producido en educación, además del citado de servicios de comidas y bebidas. Por territorios, desciende el paro en los tres, sobre todo en Álava, aunque en el saldo interanual es Gipuzkoa quien con mayor vigor ha recuperado empleo en estos doce meses.

El paro desciende también con más fuerza entre mujeres que entre hombres, aunque también en este caso son ellos quienes han recuperado más terreno en el último año. Por todo ello, y aunque ha habido meses con mayor fuerza de creación de empleo, los indicadores nos ofrecen una imagen de mayor equilibrio en todos los ámbitos.

A ello se suma un incremento en la contratación indefinida. Aún estamos en tasas bajísimas, la temporalidad y la parcialidad son todavía una característica acusada de nuestro mercado laboral, pero ya no asociado con la pandemia y sus incógnitas sino a un déficit estructural que no hemos dejado de reconocer y que necesita con urgencia un nuevo Estatuto de los Trabajadores que regule estas situaciones. Pero el hecho de que esos contratos sin fecha de finalización hayan aumentado es también un indicador de confianza.

Por último, señalar que el número de perceptores de la RGI sigue bajando, esta vez en 507 personas, y se sitúa en 52.517. A este respecto, estamos tomando este dato con cautela, para saber la incidencia real del IMV, y en qué medida influye que haya personas ya no tengan que acudir al sistema porque han encontrado fuentes de ingresos propias y suficientes. Esta valoración la haremos más adelante, porque la prioridad es garantizar que las personas puedan acceder a la renta.