El 20 de octubre de 2011 ETA anunciaba el cese definitivo de su actividad. Hoy, 10 años después, y representando el sentir de la inmensa mayoría de la sociedad vasca, el Gobierno Vasco quiere, en este aniversario, dirigir una mirada triple.
En primer lugar, una mirada al pasado. Una mirada en términos de condena radical de la sinrazón que supuso la actividad terrorista de ETA, quien durante más de cuarenta años supuso la vulneración más grave de los derechos y libertades de todos y todas. Las 854 víctimas mortales y los miles de personas heridas, secuestradas amenazadas, coaccionadas y extorsionadas son reflejo vivo de aquella sinrazón.
En segundo lugar, una mirada a los diez años transcurridos desde el 20 de octubre de 2011. Una mirada en términos positivos, porque, tras sentirnos liberados del lastre de la violencia, caminamos con determinación y paso firme en la buena dirección. El reconocimiento legal, institucional, social y moral de las víctimas –de todas las víctimas; de las víctimas de ETA y de las víctimas de todas las vulneraciones de derechos-, la convicción compartida de que el futuro debe tener memoria, y el haber recuperado como sociedad la confianza en nuestras propias capacidades representan avances significativos en este camino.
Y finalmente, una mirada al futuro. Mirada esperanzada y comprometida. Un futuro a seguir construyendo entre todos y todas, sobre la base de un “corpus” sólido y compartido de principios y valores éticos y democráticos. La dignidad de la persona, la protección y la garantía efectiva de los derechos humanos, la no violencia, el respeto, el diálogo, el pluralismo, la diversidad… Todos y todas nos sentimos reconocidos en esos principios. Más y mejor convivencia. Ése es el camino. Entre todos y todas, para todos y todas. Sin dejar a nadie atrás.