- La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente ha destacado esta mañana en una entrevista con Radio Popular que la transición energética hasta 2050 obliga a cambiar el modelo actual
- Euskadi lleva a la COP26 el compromiso de 0 emisiones netas sabiendo que es en el ámbito local desde donde se puede llegar a impactar en el 80% de las emisiones
- Los recursos que vienen de Europa sirven para catalizar, para acelerar esa transición, pero la gran inversión es privada y deben ser proyectos transformadores. En este momento los proyectos de Euskadi lo son
La consejera Arantxa Tapia ha analizado la actualidad esta mañana en una entrevista en Radio Popular. Entre los temas tratados destacan:
La subida del precio de la energía no se ha quedado ahí y llega el IPC.
“La reflexión compartida con los clústeres, con la ministra Ribera y el vicepresidente Sefcovic es que la factura energética debe sufrir una modificación estructural a largo plazo, para que no tengamos que ir al mercado diario. Tenemos que cambiar el modelo de funcionamiento porque la transición energética que estamos viviendo hasta 2050 obliga a cambiar ese modelo”
“Con el Real Decreto Ley aprobado este martes se ha puesto más claridad y se ha evitado la inseguridad jurídica para poder hacer inversiones importantes que son imprescindibles. Si tenemos que descarbonizar nuestra economía tenemos que hacer dos tipos de inversiones muy relevantes: en renovables y en eficiencia energética. Y cuanto antes empecemos a trabajar en ambos ámbitos, mejor”.
“El objetivo es llegar a 2050 con emisiones netas 0 y esto no sólo compete a los gobiernos, sino a la industria y también a la sociedad en general. Las actuaciones debemos llevarlas a nivel muy local porque somos los que impactamos en el 80% de las emisiones. Desde Euskadi llevamos a la COP26 ese compromiso, constituyendo un Súper Clúster Industrial que se compromete a ello”.
“La descarbonización y la transición energética tienen muchas aristas y hay que pulirlas todas, una a una. Se ha solicitado a la UE que garantice el suministro de gas porque somos dependientes del gas de Argelia y Rusia y en cuanto hay un problema geopolítico nos afecta. Tenemos que asumir ese reto. No es un problema de Euskadi sino de la Unión Europea y cuanto más industrializados estamos más nos afecta”.
“Los recursos que vienen de Europa sirven para catalizar, para acelerar esa transición, pero la gran inversión es privada y deben ser proyectos transformadores. En este momento los proyectos de Euskadi lo son”.
“En este momento no quiero ser pesimista porque es un problema mundial, no es que afecte a Euskadi por su falta de su competitividad. La recuperación de la crisis de la pandemia es mucho más rápida de lo que habíamos pensado, por lo que la demanda es más elevada, pero acabará casando con la oferta, esperemos que pronto. Y pese a todos estos problemas estamos creciendo”.