El joven de 24 años que agredió sexualmente a una menor de 15 años en un parque del barrio donostiarra de Egia el 7 de enero de 2019 ha sido condenado a cuatro años de cárcel y a otros dos de libertad vigilada.
Los hechos ocurrieron sobre las 21:45 horas de aquel día, cuando el acusado y su víctima, que no se conocían, coincidieron en la estación de Hernani, donde tomaron un tren en dirección a Donostia y mantuvieron una conversación hasta llegar a la parada de Ategorrieta, lugar en el que se separaron. La chica se dirigió a un parque junto al campo de fútbol de Matigotxotegi y se sentó en un banco, donde poco después también se sentó el procesado quien, «con la intención de satisfacer su instinto sexual», comenzó a agarrarla del hombro y a tocarle los pechos por encima de la ropa», si bien la menor lo apartó al tiempo que le decía que «no quería que lo hiciera».
La sentencia concreta que, a pesar de ello, el hombre «se le echó encima, la tiró al suelo y se puso sobre ella», por lo que la chica «comenzó a gritar» mientras el acusado le ponía la mano en la boca «para impedirlo» y le decía que se callara. Como la joven no lo hizo, el inculpado la aferró del cuello con los dos brazos «llegando la chica a sentir sensación de ahogo», si bien en un momento dado consiguió apartar a su atacante que nuevamente se colocó a su lado y le tocó la zona de la «entrepierna» hasta que la adolescente logró apartarle la mano, ponerse en pie y «escapar del lugar».
La resolución concede total «credibilidad» a la declaración de la víctima cuyo testimonio ha resultado «persistente» a lo largo de todo el procedimiento, además de ser «coherente» y carecer de «contradicciones». La sentencia aún no es firme, ya que es posible recurrirla aún en apelación ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco.