La gran reforma del sistema impositivo que está preparando el Ministerio de Hacienda, dirigido por María Jesús Montero, tiene previsto aplicar «en 2023 a más tardar» un incremento de hasta 7.500 millones en impuestos ambientales, lo cual amenaza especialmente a las rentas más bajas.
A pesar de que desde el Gobierno sostienen que su objetivo es colaborar a preservar el planeta, es obvio que también lograrán aumentar sus ingresos por esta vía, acercando la recaudación a la media europea. Alberto Gago, catedrático de Hacienda Pública de la Universidad de Vigo, lo ve claro: «Si queremos gravar las emisiones de gases invernadero y reducir las emisiones de CO2, tendremos que gravar productos y afectará especialmente a las clases más bajas. Es algo que la literatura ha demostrado en infinidad de ocasiones!.