El Departamento de Trabajo y Empleo va a gestionar el próximo año, a través del Servicio Vasco de Empleo Lanbide, 3,3 millones de euros procedentes de los fondos europeos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) para la cualificación y recualificación de personas tanto trabajadoras como desempleadas.
El viceconsejero de Empleo e Inclusión, Alfonso Gurpegui, ha participado hoy en la Conferencia Sectorial de Cualificaciones y del Sistema de Formación Profesional para el Empleo que ha estado presidida por la Ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría. En ella se ha procedido a la distribución a las comunidades autónomas de los 87,7 millones de euros que han sido asignados a España para este fin.
En concreto, y atendiendo a criterios de despoblación, sectores estratégicos y el cuidado de las personas, Euskadi recibirá 3,28 millones de euros con los que deberá poner en marcha acciones específicas de cualificación y recualificación de la población activa, es decir, tanto de personas trabajadoras como de desempleadas.
Las actuaciones deberán realizarse hasta el 31 de diciembre de 2022 cumpliendo una serie de condiciones: así, por ejemplo, deberán atender de forma prioritaria a la formación en competencias emergentes, de rápida evolución y con prospectiva en la generación de empleo, y se orientan hacia sectores estratégicos como las nuevas tecnologías, la máquina herramienta y la robótica, los equipos aeronáuticos, los equipos de transporte ferroviario moderno, la maquinaria agrícola, la biofarmacia y los productos médicos avanzados, la hostelería y el turismo o los servicios de atención a personas.
Asimismo, las acciones formativas deberán tener en cuenta a aquellos sectores con mayor número de personas en situación de regulación temporal de empleo (ERTE). Estos programas, que en el caso de Euskadi se impartirán a través de Lanbide, deberán tener entre 30 y 60 horas de duración.
Estas acciones están alineadas tanto con la Estrategia Vasca de Empleo (EVE) como con la Ley del Sistema Vasco de Empleo en la que se está trabajando, y que señalan la necesidad de avanzar hacia modelos de formación coordinados con las necesidades y demandas del mercado de trabajo, y que apuntan también a la actualización de las destrezas y competencias profesionales para poder adaptarse a los cambios.
