En 2021 el Gobierno Vasco ha destinado más de 4’8 millones de euros adicionales a proteger de los efectos de la pandemia a personas y familias en severo riesgo de exclusión

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  • El Fondo Inor Atzean Utzi Gabe da paso a nuevas acciones, y Aukerak Suspertzen es ya un programa estructural
  • La colaboración con entidades del Tercer Sector Social evita que personas y familias vulnerables pierdan todos sus recursos o pongan en riesgo su salud

Vitoria-Gasteiz 30/12/2021

El Gobierno Vasco ha mantenido en 2021 su muro de contención frente a los efectos sociales derivados de la pandemia. A través de las Ayudas de Emergencia Social (AES), las ayudas a la conciliación y los programas del fondo Inor Atzean Utzi Gabe el departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales ha apoyado a los colectivos más afectados por las consecuencias socioeconómicas de la pandemia.

En 2022 el fondo dará paso a nuevas acciones, si bien el programa Aukerak Suspertzen tiene ya carácter estructural; el programa Erdu se mantendrá; y el programa Lehen Urratsa dará paso a nuevos proyectos, como Trapezistak, que incidan en la activación de itinerarios para la integración social.

La evolución de la pandemia ha aconsejado mantener, más allá de lo previsto, alguno de los programas puestos en marcha por el Gobierno Vasco durante la primavera de 2020. Es el caso del programa Lehen Urratsa, que estaba previsto finalizara en la primera mitad de 2021, pero que se ha prorrogado hasta el final del año, ampliando así la provisión de fondos adjudicada a las entidades del Tercer Sector Social que lo desarrollan. El programa contaba con un presupuesto inicial de 2,7 millones de euros. A dicha cantidad se le han sumado otros 1.968.000 euros más, lo que supone un incremento del 73’3%.

Lehen Urratsa fue diseñado para a facilitar alternativas de alojamiento con baja intensidad de apoyo a las personas anteriormente acogidas en los refugios habilitados por las administraciones públicas en las tres capitales vascas a través de Aterpeak. Caritas Bilbao, Caritas Gipuzkoa, Cruz Roja Araba, Cruz Roja Durango, Perualde, Bizitegi, Arrats, Fundación Ellacuria, Zabalduz y Goiztiri habilitaron de este modo la atención, itinerarios de inserción y otros servicios para cientos de personas.

En 2020 las personas y familias que sobrevivían en los márgenes de la economía formal vivieron una radical disminución o la carencia de los ingresos. Familias que, en muchos casos, también en la fase de desescalada siguieron requiriendo ayuda. A través del programa Azken Sarea Indartzen se ofrecieron en 2020 un total de 7.621 prestaciones a 3.259 familias y 4.362 hogares unipersonales, a las que hay que sumar 700 prestaciones mensuales.

Otro colectivo muy afectado es el de personas con hijos e hijas a su cargo, normalmente encabezadas por una mujer, personas con bajos estudios, personas mayores especialmente en situación de dependencia o con necesidades de cuidados que, aun estando en situación regular, no consiguen obtener unos ingresos que den cobertura a todas sus necesidades.

Mediante este programa, distintas entidades del Tercer Sector Social han ayudado a familias que no podían optar a los sistemas de protección ordinarios. Todas estas personas hubieran quedado expuestas a partir de la primera mitad de 2021 si no se hubieran extendido las coberturas de Azken Sarean Indartzen con 2.901.150 suplementarios.

En consecuencia, el Gobierno Vasco ha ampliado los recursos puestos a disposición de la protección de las personas más vulnerables durante 2021, a través de los programas Lehen Urratsa y Azken Sarea Indartzen con un montante total de 4.869.150 euros adicionales solo para los citados programas.

A esto hay que añadir el programa de refuerzo educativo extraescolar para alumnado afectado por la brecha digital Aukerak Suspertzen apoyó desde primavera de 2020 a 928 familias -un tercio, monomarentales- atendiendo a 1.114 niñas y niños el pasado año. Desde este 2021 el programa se concibe ya como una acción estructural de carácter socioeducativo dependiente de la Dirección de Familias e Infancia y articulada a través de la entidad del tercer Sector Social Agintzari. La cuantía para el ejercicio 2021 fue de 1’3 millones.

Erdu es otra de las apuestas surgidas del Fondo que, previsiblemente permanecerá ya que se encuentra en fase de estudio para evaluar la conveniencia de su continuidad. Se trata del programa de intervención de proximidad en adicciones que ha atendido – datos de octubre de 2021-  a 318 de personas a través de unidades móviles, a 439 de forma telemática y a 260 en sesiones grupales, efectuándose 405 salidas y 52 derivaciones a otros recursos.

Otros programas

Además de los ya citados, formaba parte del Fondo Inor Atzean Urzi Gabe el programa Guztion Artean: una red de solidaridad organizada que, en el confinamiento, facilitó a personas sin apoyo sociofamiliar la compra de comida o productos de higiene, el acceso a medicamentos, la realización de trámites y gestiones, etc. Realizó 2.295 actuaciones, dirigidas a 911 personas, en las que participaron profesionales y 1.561 personas voluntarias inscritas.

Adi, por su parte, proporcionó apoyo psicológico a personas solas, especialmente mayores, que por el confinamiento vieron acentuado su malestar emocional. Se contabilizaron 924 actuaciones dirigidas a 511 personas. Se ha mantenido hasta junio 2021 atendiendo 115 personas en este nuevo periodo.

Betirako, el programa que facilita un servicio de atención psicológica para personas que han perdido algún familiar en el confinamiento a fin de prevenir el duelo patológico, cesará su actividad este 31 de diciembre tras atender a medio millar de personas

Riesgo de exclusión y pandemia

La encuesta de pobreza y desigualdades sociales 2020 del área estadística del departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno Vasco muestra que el impacto de la pobreza real en Euskadi cayó de un 6,1% en 2018 a un 5,6% en 2020. Evidenciando de esta manera que los servicios y programas de protección social y los ERTE han servido de muro de contención y han paliado los efectos económicos de la pandemia.

Desde la primera ola, el Gobierno tomo medidas: primero con el cierre de los primeros centros de enseñanza, se reforzaron y flexibilizaron las ayudas a la conciliación; las Ayudas de Emergencia Social incrementaron su presupuesto en 16 millones de euros; también se aseguraron, por vía telefónica y digital, algunos servicios ordinarios que se volvieron esenciales: como el teléfono de atención a mujeres víctimas 900 840 111, el servicio de teleasistencia betiON, o el servicio de atención a la infancia y la adolescencia Zeuk Esan, 116111.

Para reforzar las AES, el departamento habilitó una partida extraordinaria de 16 millones de euros en 2020 y otros 15 millones más en 2021, sumando en total 43,5 y 42,5 millones. En 2020, último dato disponible, se pudieron atender en Euskadi las más de 68.000 solicitudes recibidas por los servicios sociales de base correspondientes a 63.000 personas, de las cuales más de 35.000 (55,55%) eran mujeres y más de 18.000 (28,57%) menores de 15 años.

Además, en colaboración con diputaciones, ayuntamientos y organizaciones del Tercer Sector Social, el área de Políticas Sociales activó iniciativas para mitigar el impacto social, económico y emocional de la pandemia mediante el fondo Inor Atzean Utzi Gabe.