Integrantes de la Asociación de familiares y usuarios de residencias Babestu se concentraron el pasado sábado para mostrar su disconformidad ante los protocolos covid vigentes en estos centros, los cuales son «muchísimo más restrictivos» que las normas que rigen en la calle, tanto si se es positivo como contacto estrecho.
«No permitiremos que mueran de pena», afirman. Por ello, han solicitado la modificación del protocolo en ciertos aspectos. Por ejemplo, cuando un residente vacunado es contacto estrecho de un positivo se le aplica un «aislamiento preventivo», cuando el resto de ciudadanos vacunados puede hacer vida normal vigilando la aparición de síntomas. Asimismo, han denunciado que en residencias en las que se han concertado plazas públicas solo se permiten dos días de visita semanales.
«Por unas condiciones dignas para los mayores», rezaba la pancarta que mostraba los miembros de Babestu. En este sentido, han alegado que los aislamientos provocan un avance en el deterioro cognitivo de estas personas y han hecho hincapié en que «no se ha aprendido nada, se está exactamente igual que en marzo de 2020» en materia de protocolos.
