Observatorio Vasco de la Juventud: la pandemia de covid´19 ha incidido en las expectativas de la juventud vasca para 2022

0
PRUEBA

 

  • 9ª edición del estudio Aurrera Begira. Indicadores de expectativas juveniles

 

Vitoria-Gasteiz, 27 03 2022

El último estudio realizado por el Observatorio Vasco de la Juventud indica que la pandemia de covid19 ha incidido en las expectativas de la juventud vasca para 2022. La novena edición de “Aurrera Begira-Indicadores de expectativas juveniles”, que analiza desde hace ya casi una década cómo percibe la juventud vasca el presente y cuáles son sus expectativas de futuro en el corto plazo, ha realizado un informe cuyos datos se han recogido en diciembre de 2021 mediante una encuesta online realizada entre 4.356 jóvenes de Euskadi de 15 a 29 años.

“Con las respuestas de estas personas se han actualizado los diez indicadores que resumen la valoración de la situación actual y las expectativas de futuro de la juventud vasca –detalla Agurtzane Llano, directora de Juventud del Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno Vasco- y sus resultados del estudio muestran que la pandemia de la Covid19 está haciendo mella en la juventud de Euskadi, de entre 15 y 29 años. Así se aprecia en el índice de satisfacción personal que en 2020 y 2021 ha obtenido las peores puntuaciones de la serie, aunque siguen siendo elevadas, 74 y 73 sobre 100, respectivamente”.

También la valoración del momento presente descendió de forma destacada en 2020 -con 64 puntos sobre 100, frente a los 70 puntos recogidos en 2019- y en 2021 ha perdido un punto más y se queda en 63 puntos sobre 100.

Según el estudio, en el balance de los aspectos vitales la juventud muestra sus mayores déficits en las áreas económica, laboral y de ocio, en las cuales el nivel de satisfacción queda lejos de alcanzar el nivel asociado a su importancia.

Empleo

En cuanto al empleo, la percepción de la situación es más favorable ya que el riesgo de pérdida del empleo o de empeoramiento de las condiciones laborales que perciben las personas jóvenes que trabajan desciende 6 puntos, del 48 % en 2020 al 42 % en 2021. Aun así, el riesgo percibido en 2021 es más alto que el de los años previos a la pandemia (2017-2019), si bien no llega a las negativas cifras que se obtuvieron entre los años 2013 y 2015.

Entre quienes están en paro, sin embargo, el indicador que recoge la expectativa de encontrar empleo en el plazo de un año ha perdido dos puntos respecto a 2020; el 62 % de la juventud en paro confía encontrar un empleo en el plazo de un año mientras que este porcentaje era del
64 % el año anterior.

“Pero si este dato lo comparamos con el registrado en 2019, año en el que la recuperación del empleo provocó la obtención del mejor resultado desde 2013 con un 92 %, el descenso es de 30 puntos porcentuales. La pandemia ha hecho mella sobre todo en las expectativas de las personas jóvenes que buscan empleo” matiza Agurtzane Llano.

La expectativa de empleo encajado, que refleja la expectativa de la juventud estudiante respecto a encontrar un empleo acorde a su formación al finalizar sus estudios, se mantiene en las cifras de los últimos años, pese a la pérdida de dos puntos respecto al año 2020. En 2021 siete de cada diez estudiantes confían en encontrar un trabajo acorde con sus estudios cuando los finalicen (74 %), el mismo porcentaje que en 2019 o 2017 y muy por encima del 46 % de 2013.

La expectativa de emigración forzosa al extranjero ha descendido y se sitúa en el nivel más bajo de la serie; solo el 8 % de la juventud cree que en el futuro tendrá que ir a trabajar al extranjero sin desearlo. Este porcentaje dista mucho del 16 % recogido en 2013. Entonces la situación de crisis y alta tasa de paro hacía que algunas personas jóvenes contemplaran esta opción como solución a sus problemas laborales.

Emancipación

 

El porcentaje de personas jóvenes que en el plazo de un año desearían vivir por su cuenta y creen que no van a poder hacerlo, sumado al de aquellas que, estando emancipadas, creen que van a tener que regresar a casa de sus progenitores sin desearlo, apenas ha variado respecto a 2020; entonces era del 41 % y en 2021 del 42 %. El indicador que recoge esta expectativa de emancipación truncada se mantiene similar a 2019, año en el que se obtuvo el mejor resultado desde el inicio de la serie (40 %).

El índice de confianza en las capacidades de la juventud, que expresa la puntuación media que las personas entrevistadas otorgan a la juventud vasca en ocho cualidades como son la capacidad de trabajo, la responsabilidad, la formación, la participación, el espíritu emprendedor, el idealismo, la autonomía y la solidaridad, obtiene el peor resultado desde 2013 y es de 64 puntos sobre 100 en 2021.

Las expectativas respecto a la evolución de la situación personal, la de la juventud en general y la de Euskadi en el plazo de cinco años, a partir de las cuales se calcula el índice de confianza en el futuro han empeorado haciendo que el resultado obtenido en 2021, de 61 puntos sobre 100, sea el peor de la serie.

Situaciones diferentes

La comparación de los resultados de 2021 con los registrados en 2013, al inicio de la serie, muestra que las realidades vividas en uno y otro momento son muy diferentes. 2013 fue el año en el que se registraron las mayores tasas de paro derivadas de la crisis económico-financiera de 2009. En 2021, en el momento de realizarse la encuesta, nos encontrábamos en la sexta ola de la pandemia de la covid19 con su incidencia, no solo en el aspecto laboral, sino también en la salud física y mental y en el ámbito del ocio y de las relaciones sociales, entre otros.

“Así –resalta Agurtzane Llano– vemos que, en 2021, los indicadores relativos al empleo han mejorado de forma notable respecto a 2013: ha descendido 15 puntos el riesgo de pérdida o precarización del empleo entre la juventud trabajadora, mientras que han crecido las expectativas de encontrar empleo, tanto entre las personas en paro (8 puntos) como entre las y los estudiantes (28 puntos). Por otro lado, el porcentaje de quienes creían que tendrían que emigrar a trabajar al extranjero sin desearlo se ha reducido a la mitad (del 16 % al 8 %)”.

Sin embargo, la vida de las personas jóvenes contempla más aspectos que el laboral y, por ello, aunque la valoración del momento presente ha mejorado en 3 puntos de 2013 a 2021, la satisfacción personal ha descendido 7 puntos y, lo más importante, la confianza en el futuro también ha descendido 3 puntos.

La información que aportan estos indicadores se ha complementado con entrevistas en profundidad a jóvenes que reflexionan y razonan sobre sus preocupaciones, la evolución de su situación, la comparación con la juventud de su entorno o sus expectativas de futuro.