La cooperativa independiente alavesa I+Med ha presentado un proyecto de inversión que alcanzará 20 millones de euros en tres años y en el que se observa el lanzamiento del Instituto Biomédico de Nanohidrogeles Inteligentes (IIBNI).
Será el primero de estas características en el mundo y situará a i+Med a medio y largo plazo como líder mundial en medicina personalizada mediante sistemas de Inteligencia Artificial integrados directamente en nanohidrogeles. El nuevo Instituto estará ubicado en el Parque Tecnológico de Álava. Su puesta en marcha creará 60 nuevos empleos de alta cualificación. La obra se iniciará este año y se prevé su conclusión para finales de 2024, según informa el socio fundador de I+Med, Manu Muñoz.
El lanzamiento de este proyecto, disruptivo en su concepción, supone para I+Med no solo un espaldarazo internacional en términos de referencia científica sino, un importante y positivo crecimiento en términos financieros. Así, y si bien la cifra de negocio estimada para este año en esta cooperativa independiente ronda los diez millones de euros, las expectativas para 2025 proyectan una facturación de 25 millones de euros.
También la vertiente laboral experimentará una favorable evolución con esta inversión, pues de las actuales 71 personas que conforman la plantilla (58 son investigadores y de ellos, 16 Doctores) se pasará a 125 al inicio de la actividad, prevista para finales de 2024. De todos ellos, además, un centenar serán investigadoras/es de primer nivel.
Nueva sede y tecnología de última generación en Araba
La inversión en su conjunto y el nuevo Instituto Internacional, consolida la posición de Álava como polo de desarrollo económico de referencia para Euskadi y para el mundo entero en los campos Farmacéutico y Biomédico. Un liderazgo que surge a partir del talento y la capacidad innovadora que empresas punteras como I+Med desarrollan en favor de la excelencia científica.
La inversión está dividida en dos partes. La primera, valorada en 8 millones de euros, se destinará a la nueva y moderna infraestructura que albergará al Instituto Internacional Biomédico de Nanohidrogeles Inteligentes. En su interior contemplará el área de I+D+i de la cooperativa, así como una planta farmacéutica vanguardista para el lanzamiento y distribución de nuevos medicamentos.
El nuevo cuartel general de I+Med se construirá sobre una superficie de 3.600 m2 y estará distribuido en dos plantas. La cota cero acogerá todo lo concerniente a administración y logística; en la primera se alojará toda la actividad investigadora y de producción, mientras que el ático, bautizado como Gure Etxea, La casa de los Científicos, se destinará a la zona libre, lúdica y creativa del personal investigador de la cooperativa.
El resultado es una propuesta arquitectónica marcadamente funcional e inteligente que responde a las especiales necesidades de una planta farmacéutica. La redacción del proyecto, elaborado bajo criterios de eficiencia ambiental, ha corrido a cargo de la firma LKS Krean.
I+Med ha reservado también la parcela anexa con 10.000 m2 para una posible ampliación y expansión del Instituto. La segunda parte de la inversión, dotada con 12 millones de euros, tendrá como fin la apuesta por tecnología y maquinaria de última generación, así como en la atracción y retención de personal de alta cualificación.
“Este proyecto confirma que sí es posible el desarrollo en Euskadi de Ciencia e Innovación en torno a un sector tan estratégico como el de la Salud, y que la construcción de un ecosistema vasco donde prime el valor científico por encima de ratios económicos tampoco es ninguna quimera”, explica Manu Muñoz.
Fármacos más efectivos y directos
Desde su fundación en 2014, esta cooperativa de científicos ha centrado su actividad en el desarrollo de proyectos de nanomedicina personalizada en el campo de los nanohidrogeles inteligentes de liberación controlada de fármacos y sustancias activas. “Son sistemas alternativos para la dosificación de los fármacos que permiten abordar al órgano diana de una forma más efectiva y directa, lo que repercute en un doble beneficio social: por el lado económico reduce el gasto farmacéutico, y por el lado del paciente, se somete a un tratamiento más efectivo con una menor exposición a fármacos, lo que evita sus efectos secundarios y repercute en una mayor calidad de vida”, concreta Muñoz.
i+Med cuenta actualmente en el mercado con nueve referencias de Medical Devices y tiene en su haber seis patentes tecnológicas: “Ahora mismo, se investiga en 18 nuevos proyectos que verán la luz próximamente, algunos durante la transición hacia la nueva planta y la mayoría a partir de 2024 coincidiendo con la inauguración del Instituto.”