Los bonos para revitalizar el comercio de Bilbao están de vuelta. El ayuntamiento acaba de poner nuevamente en circulación una de las iniciativas que ayudó a suavizar el impacto de la pandemia de la Covid-19 en el ámbito comercial de la ciudad. Se trata de la campaña Bono Bilbao, cuyo propósito no es otro que el de aportar una cuantiosa ayuda económica a los negocios locales por medio de la reactivación del consumo. El modus operandi no plantea fisura alguna: el consistorio emite una serie de bonos de compra a precio reducido -que además financia al cincuenta por ciento- para que los compradores puedan canjearlos en los establecimientos bilbaínos.
Para vehicular esta propuesta se han puesto a la venta unos sesenta mil bonos, una cifra que ha sido posible gracias a la partida presupuestaria de un millón de euros que el ayuntamiento ha destinado a la causa. El usuario puede adquirir cada uno de estos bonos en la web de Bono Bilbao y en los cajeros de venta de entradas de Kutxabank por un precio de treinta euros, quince de ellos aportados por la administración local. Los compradores pueden emplearlos en todos aquellos negocios que participan en la iniciativa.
Bajo la finalidad de hacer una distribución más justa de estos cheques entre la ciudadanía, se ha recurrido al procedimiento empleado en ediciones previas, que se basa fundamentalmente en poner a la venta un máximo de 5 bonos por persona. Además de esto, teniendo en cuenta que la distancia generacional es un factor clave a la hora de acceder a internet, también se ha reservado en los negocios físicos un porcentaje de bonos que se destinará exclusivamente a los mayores de 65 años.
Del otro lado de la campaña están los establecimientos que desean formar parte de Bono Bilbao. Los interesados en cumplimentar la inscripción deberán hacerlo a través del portal web habilitado para ello, donde habrá que completar el formulario pertinente antes del plazo establecido: el treinta de junio. Hasta ese momento, los comercios adheridos contarán con un asesoramiento online que les permitirá conocer con exactitud la mecánica de todo este proyecto.
Con el objetivo de hacer que las tiendas adheridas ganen fluidez en la tramitación digital, el ayuntamiento de Bilbao ha reforzado la plataforma virtual de Bono Bilbao cumpliendo con todos los estándares de ciberseguridad que requieren estos espacios. Se trata de una medida que se hace necesaria para proteger a los negocios frente a la amenaza de los hackers y que no podría entenderse sin la instalación del denominado protocolo SSL (Secure Sockets Layer). Esta tecnología es la que se encarga de cifrar los datos personales que los usuarios vuelcan en la web, evitando con ello que terceras personas puedan tener acceso a ese tipo de información.
La referencia que ha tenido en cuenta la web de Bono Bilbao para implementar en su estructura esta herramienta ha sido el modelo consolidado por aquellos entornos virtuales que administran miles de datos sensibles al cabo del día. De este modo, tanto las entidades bancarias como los portales de juegos de azar que actúan en internet representan el gran ejemplo a seguir. Este tipo de páginas web se caracteriza por plantear comunicaciones en tiempo real con los clientes, por lo que la transferencia de contenido privado, que es ininterrumpida, necesita de un mayor nivel de protección. Operaciones tan cotidianas como las que se dan en la banca online o en las salas de juego cuando un casino en directo emite para millones de usuarios necesitan de un recurso que ayude a encriptar toda esa información. Es ahí donde interviene el protocolo SSL, el mismo que ha incorporado Bono Bilbao a su sistema, cuyo papel no es otro que el de salvaguardar números de cuenta o contraseñas frente a la piratería informática. Para ello, un algoritmo específico tiene como misión generar claves aleatorias de 128 bits de extensión que, a modo de escudo indescifrable, protegen los datos de carácter privado. Con el paso de los años, la industria del juego en internet ha sabido perfeccionar esta técnica hasta llegar a consolidarse como uno de los lugares más seguros de la red, por lo que no resulta extraño que el ayuntamiento de Bilbao siga sus pasos.
Bono Bizikleta
Más allá de cuestiones técnicas, la iniciativa de Bono Bilbao encierra asimismo otro componente especialmente atractivo para los compradores. Se trata del Bono Bizikleta, una modalidad añadida que este año se estrena en la campaña y que está orientada a la compra y el mantenimiento de bicicletas en el comercio bilbaíno. De entrada, el consistorio ha financiado estos cheques con un presupuesto de 80 mil euros, una cuantía que servirá para hacer de la ciudad un espacio más saludable y con menor índice de emisiones de dióxido de carbono.
Su funcionamiento es similar al de los bonos comerciales, pero con algunos matices que conviene señalar. El Bono Bizikleta se divide a su vez en dos tipos de bonos, también subvencionados al 50% por el consistorio. Por un lado, los que el usuario puede emplear para la reparación de su bicicleta y que tienen un precio de cincuenta euros. Por otro lado, los que tienen un valor de cuatrocientos euros, que son aquellos que permiten comprar una bicicleta eléctrica nueva. En ambos casos, pueden adquirirse a través de web de Bono Bilbao hasta el próximo 31 de octubre.
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