El próximo martes se llevará al Consejo de Ministros la futura ley del aborto, cuyos aspectos clave aún se están negociando ante las reticencias de algunos miembros del Gobierno.
La posibilidad de acceder a una incapacidad temporal por una menstruación dolorosa es uno de los puntos más polémicos del borrador. Sobre el mismo, el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha afirmado que es una medida «en discusión» dentro del Gobierno de coalición.
Por su parte, Nadia Calviño, vicepresidenta primera y titular de Asuntos Económicos, al ser cuestionada por la propuesta, ha asegurado que el Ejecutivo no va a aprobar «ninguna medida que estigmatice a las mujeres». «Nuestra posición es que esta ley tiene que armonizar dos elementos: mejorar la protección de las mujeres y también impulsar su participación en mejores condiciones del mercado de trabajo», ha explicado.
Por el contrario, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se ha mostrado «absolutamente de acuerdo» con la medida, porque hay que hacer «política laboral de género», y ha incidido en que lo que «estigmatiza» a la mujer no son este tipo de decisiones, sino el hecho de «no tener la sensibilidad suficiente» para comprender que mujeres y hombres son «diferentes».
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