El movimiento Martutene Bizirik, formado por vecinos del barrio donostiarra, se concentró el pasado sábado para solicitar «seguridad vial» en los alrededores de su ikastola.
En palabras de la portavoz, Laida Etxeberria, «son numerosas las necesidades de Martutene, que es un rincón muy abandonado en Donostia». A pesar de que el Ayuntamiento Donostiarra prometió que «se iba a realizar una intervención de urgencia para calmar el tráfico» de la zona, el movimiento denuncia que la situación sigue igual.
Además del peligro que se vive en la zona de la ikastola, los vecinos también han denunciado «el problema de seguridad de la curva que se inventaron para conectar el puente nuevo con el barrio; la poca limpieza del servicio del Ayuntamiento; la gasolinera abandonada; la rotonda que lleva años y años provisional; las tercermundistas paradas de autobús; la precaria estación de Renfe; que no hay cajero de Kutxa y el punto crítico (violencia de género) del parque Marie Curie».