El ministro alemán de Finanzas, Christian Lindner, ha comunicado que en un contexto de inflación persistente, Alemania aplicará una «Ley de Compensación por la Inflación» que bajará 10.000 millones en impuestos.
Básicamente aumentará la asignación básica, la cantidad de ingresos a partir de la que se pagan impuestos; aumentará la cantidad a partir de la cual se aplica el tipo del 42% en la declaración de la renta anual (61.972 euros el próximo año y 63.515 en 2024); y aumentará las ayudas por hijo a las familias, incrementando 8 euros al mes hasta los 227 euros mensuales en 2023.
La medida afectará a 48 millones de alemanes, con un alivio medio de 192 euros por persona. «En una situación como la actual, el gobierno está obligado a actuar», defiende el ministro alemán.