La XXXIV edición de los Premios Sabino Arana se ha llevado a cabo en el Teatro Arriaga de Bilbao, haciendo especial hincapié en el canto a la esperanza. Tal y como explicó Mireia Zarate, presidenta de Sabino Arana Fundazioa, los ejemplos, trayectorias y causas galardonados «son un canto a la esperanza» porque «nos permiten mirar al futuro con una sonrisa, con esperanza, con una certeza que va a poder con todas esas incertidumbres”.
Zarate ha destacado los méritos de los galardonados y galardonadas de este año, comenzando por “el magnífico equipo de Aranzadi y la UPV que hizo el hallazgo de la ‘Mano de Irulegi’, un descubrimiento que permitirá conocer mejor de dónde venimos y a nuestra lengua”. También ha subrayado “la firme defensa y labor en favor de la democracia, el respeto a los derechos humanos y el impulso al acercamiento entre Euskadi y Georgia de Irakli Kobakhidze”. Y la labor del “grupo de familias que desde hace 50 años trabajan en Aspace Gipuzkoa para atender y procurar que sus familiares con parálisis cerebral y alteración afín tengan la mejor vida posible”. Asimismo, se ha referido a “las precisas manos y la valiente apuesta por las modernas tecnologías y tratamientos del cirujano gasteiztarra Mikel Sánchez” y a “las expertas manos que acarician la batuta o los instrumentos que nos permiten deleitarnos con la música de Bilbao Orkestra Sinfonikoa”. Por último, ha querido denunciar lo que está sufriendo el Pueblo ucraniano por la invasión rusa. “Con este premio al pueblo ucraniano y a las asociaciones que refugiados y refugiadas ucranianos en Euskadi queremos alzar nuestra voz para decir no a la guerra, sí a la paz; expresar nuestra solidaridad como pueblo que ha pasado también por los horrores de la guerra y el exilio, con los miles y miles de personas que sufren hoy esta injusticia”.
La gala estuvo presidida por el Lehendakari del Gobierno vasco, Iñigo Urkullu,y contó con la presencia de una amplia representación institucional y de personalidades de la vida política, cultural y social del país.