La Universidad reúne a representantes de Deusto, el Observatorio y el Gobierno Vasco para analizar los retos en materia de formación, capacitación y retención del talento
La Universidad ha organizado un Desayuno Deusto Ingeniería para presentar las conclusiones del primer informe sobre la situación actual de los profesionales de la Ingeniería que ha elaborado el Observatorio de Ingeniería y en cuyo Consejo Rector participa Deusto. Impulsado por la Fundación Caja de Ingenieros, entre las principales conclusiones, el trabajo destaca que en la próxima década se necesitarán 200.000 ingenieros e ingenieras, especialmente en el sector industrial.
Este estudio sectorial también revela que en España hay unos 750.000 ingenieros, y que las mujeres representan el 20%. Del total de ingenieros, un 65% son ingenieros técnicos o graduados en Ingeniería, mientras que el 35% son ingenieros o máster en Ingeniería. En concreto, en el ámbito industrial, estos profesionales alcanzan la cifra de unos 323.000, lo que supone el 43% del total de las ingenierías. La ingeniería en España tiene un fuerte reconocimiento internacional, pero el peso de la industria en el PIB ha descendido en los últimos 20 años del 19% al 14,7%, un hecho que el Observatorio afirma que hay que revertir. Estudio.
En este marco, la Facultad de Ingeniería de Deusto ha celebrado un encuentro, en el que además de dar a conocer los detalles del informe, se han abordado las necesidades de futuro del sector en clave de formación, incremento de vocaciones y retención del talento. Marta Margarit Borras, directora del Observatorio de la ingeniería, ha sido la encargada de presentar el estudio que refleja que hay más ingenieros en España por cada mil habitantes (15,7‰) que en otros países europeos como Francia (14,4‰) o Italia (11‰). España está 4,2 puntos por debajo de países como Alemania (20,4‰).
Más datos: El 40% de los ingenieros de España tiene 35 años o menos y el 31% de ellos mantienen relaciones profesionales internacionales en su día a día. El mundo de la ingeniería en España está distribuido de la siguiente manera: ingeniería industrial (43%), ingeniería informática (21%), Ingeniería de telecomunicación (9%), ingeniería agrícola/agrónomos (8%), ingeniería de Caminos/Civil (8%) y otras ingenierías (11%). La retribución de los ingenieros en España es superior en un 30% al de la media retributiva del país, aunque se detecta un estancamiento durante las últimas décadas. Estudios análogos en Francia o Alemania sitúan el valor medio de su retribución anual en cifras entre los 55.000 y los 60.000 euros, por encima de la retribución media de los ingenieros españoles. El salario de los ingenieros hombres en España está un 27% por encima de la media, mientras que el de las mujeres está en un 43%. El estudio confirma que hay una brecha salarial entre ingenieros hombres y mujeres del orden del 10%, y aunque está claramente por debajo del conjunto de la población activa en España, situada en el 24%, es una cifra que el OIE considera que hay que eliminar cuanto antes en el tiempo.
Es remarcable la cifra de ocupación del 98% en la profesión, teniendo en cuenta que al efectuar el estudio el desempleo en España se situaba por encima del 13%. El 86% de las empresas consultadas en el estudio (más de 500) declaran que requerirán contratar más ingenieros en los próximos años.
La industria es el sector que genera mayor valor añadido por unidad de trabajo, y es el principal contribuyente a las exportaciones del país, creando empleos estables y de calidad. La ingeniería española tiene un fuerte reconocimiento global, pero el peso de la industria en el PIB ha descendido en los últimos 20 años del 19% al 14,7%, mientras que en países como Alemania ha seguido creciendo hasta el 29%.
Según el estudio del OIE, el 87% de los ingenieros están activos en el ejercicio de su profesión y un 14% de ellos ocupan cargos directivos. El 15% de los ingenieros en España son empresarios o ejercen libremente su profesión y un 59% de los ingenieros asalariados trabajan en compañías de más de 250 trabajadores.
Mesa redonda
Tras la presentación de Marta Margarit, se ha abierto la mesa redonda en la que han participado, además de ella, José María Guibert, rector de la Universidad de Deusto; Pedro Mier, presidente de AMETIC; y Galo Gutiérrez Monzonis, del Ministerio de Industria de Comercio y Turismo. En el Desayuno también han intervenido Adolfo Morais, viceconsejero de Universidades e Investigación del Gobierno Vasco. Las conversaciones han sido moderadas por Pablo García Bringas, vicedecano de Relaciones Externas y Formación Continua de la universidad.
Todos los ponentes han coincidido en señalar la importancia de la ingeniería en el futuro de la economía. Consideran que se necesitan profesionales con una formación de base fuerte que tengan mucha flexibilidad y capacidad de adaptación a un mundo cambiante. “Universitarios técnicos -como ha manifestado el rector José María Guibert- que sepan dar una respuesta más allá de la tecnología y que tengan los ojos abiertos a los retos de la sociedad”.
La falta de talento ha sido otros de los temas sobre los que se ha hablado y, al respecto, los expertos aseguran que hemos de impulsar “buenos proyectos que sean ilusionantes y con propósito” para atraer el talento de los más jóvenes, ya que si no es así van a migrar físicamente o telemáticamente. Igualmente, se ha abordado la labor emprendedora de los actuales ingenieros que, según se plasma en el estudio, es baja. Sobre este tema, los ponentes creen que existe “una enorme aversión al riesgo” y es importante trabajar este valor desde la escuela, así como “facilitar la demanda a los nuevos emprendedores”. Lo mismo pasa con las vocaciones STEM que no dejan de bajar, sobre todo entre las mujeres, y es obligatorio hacer un sobreesfuerzo para valorar lo técnico y lo matemático desde edades tempranas porque nos “jugamos el futuro”.
El presidente del Observatorio de la Ingeniería de España y presidente Honorario de Caja de Ingenieros, José Oriol Sala ha cerrado el encuentro concluyendo que: “la recuperación del PIB industrial debe ser un reto a corto y medio plazo. La mejora de la economía y su estabilidad a largo plazo dependen de un sector industrial potente y sólido. El reto es que la ingeniería, unida a la tecnología, muevan la economía de España y ayuden aún más al desarrollo y mejora de la calidad de vida de las personas”.