Tras conocer que uno de los seis acusados por la muerte de Santi Coca se encuentra en paradero desconocido y permanece huido de la justicia desde el pasado mes de octubre, todas las partes personadas en el juicio se han adherido a la petición de la Fiscalía para que se suspenda la vista oral, cuyo inicio estaba previsto para mañana.
Concretamente la familia del joven fallecido tras recibir una paliza en Donostia en 2019 se ha mostrado conforme «con la suspensión interesada», al entender que «el acusado rebelde debe estar presente en el juicio» y que todavía «ha transcurrido muy poco tiempo entre la emisión de la orden europea» para su detención y el inicio de la vista oral. Por ello, quieren que se conceda «un plazo prudencial» para que se pueda detener al fugitivo que, a su entender, podría extenderse hasta la «primera semana de septiembre».