Idoia Mendia ha participado en el homenaje organizado por UGT en Portugalete
La Vicelehendakari y consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia, ha reivindicado hoy la “figura indispensable” de Nicolás Redondo “para la conquista de derechos y libertades, una conquista que nos ha permitido construir una Euskadi y una España mejor, así como disfrutar del mayor periodo de progreso y con más derechos para los trabajadores”.
Mendia ha participado hoy en Portugalete en el acto homenaje a Nicolás Redondo, y ha recordado que “nuestra democracia no se construyó ni se desplegó desde despachos sino desde el activismo en las fábricas y las calles, desde el compromiso de ciudadanía con todos los derechos. Y ahí siempre estuvo la voz de Nicolás Redondo, que nunca calló ante la injusticia ni el sufrimiento”.
La Vicelehendakari ha ensalzado la figura de Redondo asegurando que “nunca bajó los brazos ni se resignó ni se puso de perfil, pero que lo supo hacer con la altura de miras de los grandes líderes, la que permite ver la posibilidad de acuerdos para mejorar la vida de la gente”. Por ello, ha añadido, “es un honor representar al Gobierno de Euskadi en este homenaje para reconocer a Nicolás Redondo, pero, a través de su figura, reconocer a quienes supieron construir este espacio que han permitido progresar a Euskadi y España como nunca antes en su historia. Para comprometernos en avanzar en ese camino”.
En este sentido, ha afirmado que la democracia es una tarea inacabada que tiene que ver con entender la pluralidad de un país y con saber gestionarla para que las decisiones que se adopten beneficien a la mayor parte de la ciudadanía. “No es sólo una cuestión de libertades, porque no todas las personas parten de una misma situación, y esa desigualdad de origen sólo se puede corregir si intervienen los poderes públicos. La democracia real sólo es tal cuando se garantizan los derechos de toda la ciudadanía sin distinción”.
Asimismo, ha recordado la vida de quienes se jugaron su propia libertad “por despertar la conciencia de los trabajadores y conquistar la libertad de todos”, vidas como la de Nicolás Redondo, que con su sacrificio personal “se volcó en hacernos ver el poder que tiene cada ciudadano o ciudadana, esté donde esté, para defender sus derechos y hacerlos valer”.
