La directora general de Cultura de la Diputación Foral de Bizkaia, Begoña de Ibarra, ha presentado esta mañana la nueva muestra temporal de Arkeologi Museoa de Bizkaia, ‘Megalitoak. Espacios sagrados y referentes territoriales’ junto al director del museo Iñaki García Camino y los comisarios de la exposición Juan Carlos López Quintana, investigador de Agiri Arkeologia Elkartea, Josean Mujika, profesor de prehistoria de la UPV/EHU y director de la cátedra José Miguel Barandiarán y Javier Fernández Eraso, catedrático de la UPV/EHU. La exposición, que permanecerá en el museo foral hasta el 4 de febrero de 2024, muestra más de más de un centenar piezas obtenidas de las investigaciones arqueológicas realizadas sobre dólmenes, cistas, menhires, crómlech y túmulos de Bizkaia, Araba, Gipuzkoa y Navarra.
En la muestra se exponen más 150 originales de distinta naturaleza procedentes de Gordailua (Centro de Depósito de Materiales Arqueológicos y Paleontológicos de Gipuzkoa), del BIBAT (Museo Arqueológico de Álava), de la Sección de Registro, Bienes Muebles y Arqueología del Gobierno de Navarra, de la Fundación José Miguel Barandiarán y del propio Arkeologi Museoa. Así, impulsada y coordinada por el museo foral, esta exposición nace con la vocación de itinerar por otros museos del entorno.
La directora de cultura, Begoña de Ibarra, ha destacado que la muestra es una oportunidad única para sumergirse en la magia del patrimonio arqueológico de Bizkaia. Así, de Ibarra ha subrayado que «al igual que los megalitos fueron referentes de las poblaciones del entono, este museo es también el referente de la arqueología de Bizkaia; es un refugio vital para la historia de nuestra arqueología, donde el conocimiento del pasado se resguarda, investiga y se difunde y la identidad cultural se protege para las generaciones venideras. Al igual que los megalitos son testigos silenciosos de la antigüedad, el museo actúa como un guardián de la memoria histórica de Bizkaia».
Espacios sagrados y referentes territoriales
Los megalitos, las primeras manifestaciones arquitectónicas, son el reflejo de los cambios que se produjeron en los Pirineos occidentales y, en concreto, en los montes vascos, cuando grupos de mujeres y hombres aprendieron a domesticar la naturaleza, transformando, por vez primera, el paisaje mediante prácticas de explotación agropecuaria y forestal y de organización del territorio. Asentamientos al aire libre, espacios de cultivos, zonas ganaderas, bosques y, sobre todo, monumentos megalíticos se impusieron en el entorno natural.
La muestra se centra entre el último tercio del V milenio hasta el fin del I milenio antes de nuestra era, época en la que se construyeron los megalitos. A su vez, la exposición muestra las formas arquitectónicas de los dólmenes, menhires, crónlechs y túmulos, muestra sus dimensiones y explica la función para la que fueron construidos: lugares de enterramiento, de celebración de rituales y referentes de ocupación de espacios, entre otros.
En la exposición destacan variadas piezas como seis estelas de tipología variada detectadas en las cámaras de algunos dólmenes. Por lo general son lajas sencillas, sin decoración, a excepción de una procedente del Alto de la Huesera en Laguardia (Álava) con líneas incisa y un puñal, y de otra losa de la cabecera del dolmen de Katillotxu V en Mundaka (Bizkaia) que lleva grabada una punta tipo Palmela.
También se podrán ver hachas pulimentadas de distintos materiales y tamaños, entre las que destaca una hallada en Dima (Bizkaia) de procedencia alpina, o elementos de adorno, como cuentas, fabricadas en hueso, marfil, coral, cristal de roca o lignito recuperadas en los dólmenes de Larrarte, Trikuaizti (Gipuzkoa), Alto de la Huesera (Araba), Katillotxu, Errekatxuetako Atxa (Bizkaia) u Obioneta (Navarra) y llegados desde lejos, lo que muestra la existencia de intercambios y vías de comunicación entre territorios alejados.
‘Megalitoak. Espacios sagrados y referentes territoriales’ exponeunas pequeñas piezas de oro del dolmen de Zorroztari (Idiazabal, Gipuzkoa) y del Alto de la Huesera (Laguardia, Alava); armas en sílex y metal, como el puñal de lengüeta de Arenaza (Galdames, Bizkaia), las hachas de Iruzubieta (Markina) o Santamañazar (Zaldibar), o las puntas de Palmela de Pamplona, Zuñiga (Navarra) o Los Husos (Araba), similares a las que se grabaron en el dolmen vizcaíno de Katillotxu; y recipientes cerámicos como el vaso campaniforme de Pagobakoitza (Gipiuzkoa) o el cuenco del Sotillo profusamente decorados que formaban parte de la colección de armas de la sociedad guerrera de hace más de 4000 años.
Además, completan la muestra tres proyecciones que permiten descubrir algunos de los más de 1.000 monumentos de este tipo conocidos en Bizkaia, Araba, Gipuzkoa y Navarra, el efecto de los cambios climáticos y las transformaciones del paisaje que se produjeron en este periodo y la labor de investigadores pioneros de los siglos XIX y XX.
Actividades complementarias
El Arkeologi Museoa completará la exposición a través de distintas actividades para todos los públicos. Todas las actividades son gratuitas y es imprescindible la inscripción previa en el 944 040 990 o en arkeologimuseoa@bizkaia.eus.
Se ofrecerán visitas guiadas para conocer los pormenores de la exposición, a partir del 1 de octubre. También se ofrecerán talleres familiares, todos los domingos de noviembre, titulados «Entre piedras gigantes», que pretenden, mediante una actividad lúdica y una visita a la exposición, reflexionar sobre las transformaciones del paisaje por la acción humana.
Juan Carlos López Quintana, comisario de la exposición y director de las excavaciones arqueológicas de Santimamiñe, ofrecerá una charla el 25 de noviembre en la que hablará sobre el periodo neolítico y los aspectos complementarios existentes entre este yacimiento (referente del País Vasco y Patrimonio de la Humanidad) y los dólmenes pertenecientes a la exposición.
Además, con el fin de acercar la exposición a los lugares de donde proceden los materiales que se exponen, tendremos la oportunidad de visitar, durante el mes de agosto, los dólmenes de Katillotxu en Mundaka, en el marco del programa de Itinerarios históricos que organiza la Diputación Foral.
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